LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona...

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domingo, 16 de abril de 2023

COTO DEL BURBIA...

 



COTO DEL BURBIA
un encanto más de León en El Bierzo…

Una delicia para los pescadores en El Bierzo

Tramo lleno de belleza natural y especial para pescar y pasar una gran jornada en plena naturaleza

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


Es totalmente distinto a lo que una  mayoría espera encontrarse. El pescador cada día se hace más cómodo de acuerdo con las tecnologías. Ya no gusta madrugar, se pesca a pluma o mosca seca, generalmente y aquellos madrugones que había que meterse en el cuerpo cuando la mayoría pescaba a cebo natural o cucharilla, se han convertido en horas tranquilas bajo las sábanas.


Merece la pena darse un madrugón
para acudir a un lugar único e incomparable en la provincia de León: el río Burbia en su zona alta entre Veguellina y el puente de Sotelo, más allá de tierras de Villafranca del Bierzo. La magnitud de aquellas tierras es tanta como sus montañas, donde algunas cumbres suelen conservar nieve varios meses al año. Su belleza no tiene parangón. La hermosura de Villafranca,  ahora con los árboles en flor, las praderas repletas de vida y verdor,”la calle del agua” y en su valle las ricas huertas mimadas y cuidadas, cantada por los poetas, hacen posible que uno esté contemplando un cuadro de un gran pintor.  Cogiendo la carretera de montaña que nace al lado del parque de Villafranca, uno comienza a encontrarse en otro "mundo".


La carretera hasta nuestro destino incita al desafío y la valentía. La calzada es estrecha. A un lado, la montaña por aliada. Al otro, el río Burbia y los grandes desniveles que sobrepasan los 100 a 200 metros. Al cruzarse dos coches, los nervios, la excitación con la adrenalina en flor, te hacen sufrir. La belleza de alrededor es tanta que uno se siente con un éxtasis especial como si estuviese en el “cielo”.    


El Burbia
baja enfurecido por el deshielo en invierno. Desde la altura el paisaje es de postal. En lo más profundo, el río baja clavado en la montaña y sus aguas, bajan limpias y transparentes, algo azuladas o verdosas en las zonas más profundas, pero salpicando canción en su discurrir repleto de arboledas nutridas y escasos claros donde el pescador agazapado espera con ansiedad la picada de la singular "pintona" que hoy, más que ayer se encuentra protegida por un líquido elemento cortante y bravucón, aunque escaso, que hace más complicada su captura.


Las estrecheces de la carretera continúan siendo las mismas del curso del río. Las curvas del asfalto, simulan el serpenteo del Burbia. Todo va parejo. Pasando el Puente de Sotelo y hasta el siguiente puente, y próximo a Paradaseca, la profundidad del río, no deja oportunidades  al pescador. La vegetación cerrada dificulta con creces la labor del aficionado, pero los olores de la urz y los árboles, que gozan de la primavera, animan a conseguir alguna pieza, pese a las dificultades.


Las bajadas hacia el río son escasas  y se hacen eternas. Las subidas, interminables. Se llega al segundo  puente y comienzan a verse claros. Por medio, un pequeño valle que está a caballo entre los montes de subida a Paradiña y Paradaseca.


Se deja la carretera de Paradaseca y se coge la que sale  a mano derecha con dirección a Veguellina o Vegueliña y Aira da Pedra. Esta zona del coto, quizás, es la mejor para el pescador. El Burbia se encuentra algo más abierto, pero la vegetación espesa y repleta de maleza, hace imposible “caminar y hacer sendero”.

Dicen que para pescar el coto del Burbia es imprescindible que baje con poco caudal, para poder vadear el mismo y no tener que atravesar la maleza, que se convierte en auténtica enredadera natural metida entre los árboles. El paisaje, ahora más abierto, incita a la admiración. La belleza de esta naturaleza sin par en El Bierzo,  es digna de envidia y nostalgia cuando se deja atrás. El Bierzo, señores, es punto y aparte. Un reducto aún sin explorar, que atraería al turista más exigente, porque él Bierzo en esta zona, es una auténtica delicia, que para el pescador todavía es mucho más.


EL COTO

Para acudir a pescar al coto del Burbia desde  León, hay que llegar primero hasta la ilustre ciudad bimilenaria de Astorga, para después por la Nacional VI Madrid-La Coruña, acceder hasta Ponferrada y desde aquí hasta Villafranca del Bierzo. Atravesada esta última localidad, se coge la carretera a Paradaseca y Veguellina, una carretera que da vértigo. En total 145 kilómetros de aventura desigual. Primero, la gran circulación existente en la Nacional VI. Después, la dificultad de una bella carretera de montaña.


El límite superior del coto se encuentra en el Puente de madera de Veguellina o Vegueliña. El inferior en el Puente de Sotelo.

La longitud del acotado es de unos ocho kilómetros (7.700 metros). La anchura media del cauce del río Burbia, muy raramente sobrepasa los 10 metros. Se trata del clásico río de montaña con mucha pendiente,  que si lleva agua del deshielo, prácticamente se hace “impescable”  debido a la "fiereza" y bravura de las aguas. Cuando el río Burbia baja normalizado es un placer poder pescar en él. El curso es de canto rodado y rocas, con muchas y buena protección para la trucha.


La abundancia de trucha común es notoria, si bien su tamaño no es el deseado por el pescador. Se trata, no lo olvidemos, de un río de montaña con aguas muy frías, donde la trucha tarda mucho más en hacerse adulta. La alcalinidad de sus aguas, son otro factor a tener en cuenta, pero la abundancia de ejemplares, es de elogiar. La contaminación prácticamente es nula y se remite a lo que vierten las escasas poblaciones que se encuentran próximas a sus orillas que, además, están poco habitadas.


Existen multitud de arroyos y riachuelos que vierten sus aguas al río Burbia a lo largo de sus casi 8 kilómetros de acotado. La mayoría no requieren mayor significación, a excepción del arroyo de Cela y el arroyo de Paradaseca, que vierten sus aguas por la margen derecha a la altura del puente de Sotelo y el puente hacia Paradaseca-Veguellina, respectivamente.

Está prohibido pescar a cebo natural.


MEJORES ZONAS DE PESCA

El río Burbia en esta zona alta presenta muchas complicaciones al pescador al comienzo de la temporada. Según va avanzando la misma son corregidas por la propia naturaleza. Las márgenes del río están muy pobladas de arboleda, monte bajo, matorrales y maleza, que dificultan el caminar, más teniendo que llevar la caña, que constantemente se traba entre las ramas y maleza.


Cuando el curso trae menos agua, el río se puede vadear y la pesca se hace mucho más cómoda. En época con abundante caudal, las tiradas son escasas y los remansos casi nulos. Se trata del clásico coto para pescar a cucharilla, con caña de escasas dimensiones. Con el comienzo del verano el río presenta muy buenas condiciones para pescar a mosquito ahogado y mosca seca, con buenas tabladas y pozos de mucha profundidad, donde las pintonas tienen refugio. 


Las mejores zonas
 de pesca, se encuentran en la parte superior del acotado, desde el puente de la zona media del coto donde vierte sus aguas el arroyo de Paradaseca. Se trata de la zona más abierta y bonita para pescar. En esta zona, las tabladas y corrientes se suceden. Las aguas suelen ser rápidas, pero con menos caudal, las zonas remansadas son buenas para el arte del mosquito ahogado, aunque lo mejor, es pescarlo a cucharilla, o en tal caso a pluma, pero con caña corta y cuerda de

tres mosquitos y sin rastro, por el peligro de enganchar en la maleza de las orillas. Nada más coger el cruce de Paradaseca se encuentra un antiguo molino, donde existe una buena entrada por un camino que nos conduce hasta él, aunque con bastante 
pendiente. Después una buena pradera, lugar donde dejar el coche. Es el tramo más frecuentado por los pescadores. Aquí, existen unas hermosas tablas para la pesca a cualquier modalidad y buenos pozos. Después, se vuelven a cerrar las orillas, para unos 200 metros, más abajo, encontrarnos otra hermosa pradera con tablas similares en el río. Desde el puente de Paradaseca hasta el de Sotelo, las dificultades para el pescador se suceden, pero el río presenta múltiples oportunidades a los amantes del más difícil todavía. Este coto es muy bello y especial para pescar.

 

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