LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona...

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miércoles, 16 de noviembre de 2011

BACHENDE... la nostalgia de un recuerdo...


El coto de Bachende visto desde el puente
 SE LO LLEVÓ EL PANTANO...

En el puente de Huelde: Eduardo, Begoña, Silvia, Noemí, Mila y Vicente.
 ...BACHENDE    “El Internacional”
                  
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Texto y fotos: Eduardo García Carmona
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Coto de Bachende desde la carretera
            Qué bonito sobrenombre tenía el desaparecido coto de Bachende, “El Internacional” y es que en sus aguas disfrutaron pescado aficionados de los cinco continentes.

Este acotado fue uno de los primeros creados en la provincia de León.

Los accesos para llegar a este coto eran muy fáciles. ¿Quién no conocía dónde estaba el viejo Riaño?. Muchísimas personas saben que ahora está bajo las aguas del pantano que lleva su propio nombre.

         Hasta la localidad de Las Salas prácticamente todo es igual: río, paisaje, pueblos... La carretera y otras circunstancias han cambiado sensiblemente para mejor. Después de esta localidad comienzan los recuerdos....En “la era”, acampados, pasamos grandes días de descanso y pesca mi amigo Juan Moreno y yo. En algunas ocasiones acompañados de José “relojes”, Vicente “el pesca”, Antonio Adan y sus respectivas familias, al completo. Lo que comenzamos, medio en broma, llamando “la semana del padre”: siete días alejados del mundanal ruido, dedicados por completo al contacto con la naturaleza, especialmente con el río y todo lo que le rodeaba, se llegó a convertir en una crónica anual, contada en Diario de León, de las aventuras y situaciones allí vividas. La semana llegó a convertirse en la quincena, para finalizar con el mes completo de vacaciones. Nos integramos tanto en el lugar y con sus gentes, que llegamos a considerarnos de aquel lugar. Conocíamos, palmo a palmo, todo el terreno desde La Salas a Riaño. Cada rincón del río tenía su nombre y en El Escudiello su lugar de baño, donde los jóvenes lugareños y allegados que visitaban la zona en verano, acudían a disfrutar.

Mila, Vicente, Eduardo y Begoña, antes de cerrarse el pantano de Riaño.
         Pero en este viaje imaginario hacia Bachende, nos despedimos de Las Salas...

¡Adiós querida Manuela, Serafín, Loly, Belén y demás buena gente del lugar! ...

Veo de frente el muro del pantano. Ese gigante de cemento, esa obra faraónica todavía no tenía sus compuertas cerradas. A la derecha partía la carretera hacia Remolina y el arroyo del mismo nombre que vierte sus aguas al Esla. ¡Cuantas veces hicimos el camino andando y cuantas veces comentábamos los hermoso que es ese pueblo. Ya estamos metidos en el túnel viejo, hoy bajo las aguas. En pleno mes de Julio el frescor se agradecía. Las gotas de agua que se filtraban de la montaña caían sobre el parabrisas del coche... Al salir, miramos y remiramos lo que nuestros ojos alcanzan a ver entre los picos elevados de la montaña. En nuestra retina  queda el recuerdo. Allí estaba Huelde y su pequeño, pero particular puente, atravesado por un Esla que jamás volveremos a ver.

En la puerta del Bar de Huelde: Vicente, Paco, esposa, Eduardo y Noemí.
         En Huelde entramos en Casa Paco, parada obligada del pescador, donde siempre éramos bien atendidos... y donde nos servían, siempre, un riquísimo vino blanco amontillado, fresquito, que no sé de donde lo traían, pero que estaba delicioso. Con esto llega la charla y las preguntas: ¿que tal las truchas? ¿Se mueven hoy?... ¿Y el río?... Era la  rutina de todos los pescadores.

         El "Internacional", el coto de Bachende, terminaba precisamente aquí, en el puente de Huelde. Mas allá, estaba el comienzo, en el puente de Bachende antes de enfilar la última curva para coger  la recta que nos llevaba hasta Riaño, aquél Riaño del recuerdo, con olor a establo y pan y con bullicio y vida en todas su calles. Pero antes,  en este recorrido del recuerdo, nos encontrabamos con un paraje ideal, bonito cien por cien, con altas rocas que vigilaban a un lado, con praderas, arboledas y con el Esla por medio, que tenia en este acotado tablas largas y hermosas para disfrutar del lance pescando. Justo en el medio del acotado, el arroyo de Anciles. A su lado la estrecha carretera que nos llevaba, entre rocas, a ese hermoso pueblecito. Anciles está más vivo y real en mi mente, ahora en verano que en el invierno, cuando estaba poco habitado y solitarias sus callejuelas. ¡Qué fuente tenía Anciles, con agua pura, cristalina y fría! Fuente con historia propia, la historia que le dieron los pastores.

Pepe "relojes" pescanmdo en una hermosa tabla de Bachende.
         Todo el coto de Bachende era bueno para la práctica de la pesca y fácil de caminar. Era mejor la margen que se encontraba pegada a la carretera, donde encontrábamos praderas y mucha arboleda. Enfrente, a pies del Esla,  la montaña con sus rocas blanquecinas, por eso resultaba más complicado pescar en la otra parte parte. 

Eduardo pescando en Bachende en 1982
MI ÚLTIMA JORNADA DE PESCA EN BACHENDE 

         Recuerdo la última vez que pesqué allí. Era el verano del 1982. El río Esla bajaba mermado, muy mermado, en su caudal, según mi cuaderno de pesca. Era aconsejable  pescar al sereno de la mañana o al atardecer y hacerlo aguas arriba.

         Aunque todo el acotado era bueno para el arte de pescar, destacaba, entre otros, el comienzo del mismo en el puente de Bachende, con unos buenos rápidos de agua.

Trucha de casi 5 kilos pescada en el Pantaño de Riaño.
         Si recomendamos el principio, también era excelente el final. El tramo desde el puente de Huelde, terminación del coto, aguas arriba, tenía una tabla hermosa para el lance, hablamos de la tabla de "el puerto", donde los pescadores disfrutaban de lo lindo, con  la bravura y calidad de la trucha que tenía.

Juan Moreno, Eduardo y Vicente.
         Eran muchos los aficionados que pescaban en este acotado a cebo, entonces estaba permitido. Se conseguían, por la mañana temprano, excelentes ejemplares en la zona del pozo de la "ese", o en el de los "peñones".

         El acotado de Bachende fue una maravilla para el pescador, con el recreo visual de un paraje sin igual y un contraste bello y hermoso... el verdor de los prados y arboleda y las rocas reflejándose en las limpias aguas del Esla.

         Mi tocayo, Eduardo Redondo, era el guarda de este acotado, que vigilaba con esmero y cariño, siendo  respetuoso y atento para el pescador. Era, además de guarda, un amigo para los pescadores.

         Dejamos Bachende, hermosura de acotado que lo fue, de rica y sabrosa trucha. Lo dejamos con pena en el corazón,

         Hasta siempre Bachende. Nunca podrás salir de nuestra mente, al menos de los que pudimos gozar pescando en ese tramo desaparecido. Nos quedamos con nuestra imaginación repleta de imágenes bellas, algunas plasmadas en fotografías dentro de este reportaje.


EL PANTANO DE RIAÑO, LUGAR PARA EL OCIO, RECREO Y LA PESCA 

         Riaño es una localidad nueva, con edificios que prestan todos los servicios, algunos de los que carecía el antiguo pueblo. Sólo se puede ver hoy alguna piedra del pasado. Es el caso de la iglesia de Pedrosa del Rey que preside esta parte de la montaña y que tiene una portada románica del siglo XII. Una iglesia trasladada piedra a piedra para que no se ahogase en el pantano junto a las casas de los lugareños, labradas con roca caliza de las montañas vecinas y construidas por los propios habitantes y alguna en “hacendera” o “facendera local” como se dice en la montaña.

Truchas de Bachende 
         Ni siquiera los vecinos que habitan hoy la villa son sus antiguos moradores. Muy pocos se quedaron. Tal vez algún hijo de los hijos que ha conservado tradiciones. Ya no es Riaño una villa dedicada al ganado, a la tierra y al pastoreo. Es una villa más de servicios que ganadera, aunque también ofrece mucho encanto, con un paisaje muy distinto al de antaño. Aquella fue destruida en Julio de 1987 para tardar poco más de seis años el crearse y construir la nueva.

Cupo en Bachende. Año 1982
El pico Yordas, El Nebloso y otras montañas siguen presentes, pero me atrevo a apuntar que más tristes, viéndose en el espejo permanente de las aguas del pantano.

El nuevo pueblo tiene una distribución en barrios: el de arriba y el de abajo. El de arriba, con la calle principal, es un escaparate que se mira en el embalse. Los edificios disponen de soportales que albergan tiendas y otros establecimientos, dándole un aire moderno a la localidad. Es la zona de mayor ocio para el visitante con buenos bares, cafeterías, restaurantes y hoteles.

Juan Moreno pescando en Bachende.
         El barrio de abajo, más próximo al agua,  tiene un recinto ferial donde se compran y venden los mejores ejemplares de ganado bovino, equipo y ovino de toda la comarca. Se trata de una zona residencial con casas individuales que pretende ser un reflejo de lo que fue el viejo Riaño, aunque sin conseguirlo. Tampoco se ha conseguido, ni se conseguirá hacer desaparecer dos fechas en la mente de los más antiguos moradores de este valle de la montaña leonesa: 25 de Febrero de 1966 y 7 de Julio de 1987. La primera de la fechas fue cuando Francisco Franco autorizó la ejecución de la presa de Remolina, aunque todos la conocen por Riaño. La segunda es la fecha del comienzo de la demolición del viejo Riaño y otros pueblos del valle.

Los capilotes de la montaña riañesa.
Una flor que nace en este valle, “el capilote”, fue elegida como símbolo reivindicativo de unas gentes que no querían  abandonar sus casas, ni el valle. 

Pantano de Riaño desde embarcación.
          PESCAR EN EL PANTANO 

Es imprescindible partir del embarcadero que existe en la población, si se pretende conocer el pantano desde el agua, en barca. Existen viajes turísticos patrocinados por el ayuntamiento de la localidad. Quien posea embarcación podrá disfrutar de lo lindo, porque las aguas de este pantano ofrecen miles de oportunidades de pesca, especialmente de trucha, con aguas de arroyos de la montaña que vierten su caudal al mismo y donde las truchas abundan.

domingo, 7 de agosto de 2011

COTO DE GARAÑO, río Luna (León), una incógnita...


Ir a pescar a Garaño es como jugar a la lotería. Tocar, te toca una vez en la vida, aunque el reintegro es más fácil conseguirlo. De lotería saben mucho en Canales y La Magdalena, localidades próximas

Este acotado se encuentra a unos 35 kilómetros de León capital, en un paisaje hermoso, a caballo entre la baja y alta montaña y aguas abajo del pantano de Barrios de Luna

La trucha de Garaño es algo especial. Por algo este coto se hizo famoso fuera de nuestras fronteras. Tiene una incomparable belleza, que la hace única en nuestros ríos

La "reina de nuestros ríos" se descontrola ante tantos altibajos de caudal, y muerde mal los señuelos

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Texto y fotos: Eduardo García Carmona
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La duda se cierne sobre el pescador que elige este tramo acotado. Pese a que algunos elogian a este tramo del río Luna, pocos han sido los que han podido tener una jornada "auténtica" de disfrute en él. Lo normal es que se hable mal de Garaño, ya que suele dar más "ceros", que capturas, a lo largo de la temporada.

Son muchos los días que el río baja a tope de agua. Otros, el caudal es tan exiguo, que casi baja seco. La "reina de nuestros ríos" se descontrola ante tantos altibajos de caudal, y muerde mal los señuelos. Ir a pescar a Garaño es como jugar a la lotería. Tocar, te toca una vez en la vida, aunque el reintegro es más fácil conseguirlo. De lotería saben mucho en Canales y La Magdalena, localidades próximas.

Esto es lo que ocurre en este tramo acotado del río Luna, se pueden conseguir algunas capturas, pero gozar pescando ya es más difícil.

EL COTO

Este acotado se encuentra a unos 35 kilómetros de León capital, en un paisaje hermoso, a caballo entre la baja y alta montaña y aguas abajo del pantano de Barrios de Luna.

Tiene una longitud de 5 kilómetros, y una anchura media de aguas entorno a los 22 metros.

El límite superior del acotado se encuentra en la central hidráulica de Mora de Luna, siendo el límite inferior el pozo conocido como "peña lengua" aguas abajo del pueblo de Garaño.

Los núcleos de población más próximos al coto, son por la margen derecha: en la zona alta Vega de Caballeros, mientras que en la zona baja y ya fuera del coto, Canales y La Magdalena.

Por la margen izquierda, en la zona alta y fuera del coto, Mora de Luna. Dentro del acotado, aunque distante del río se encuentra Portilla de Luna, y ya en la zona baja, Garaño.

Son varias las vías de acceso al Coto de Garaño. Por un lado está la carretera de León a La Magdalena. Por otro, la carretera de La Robla a La Magdalena. También la de La Bañeza a La Magdalena. Por último, la carretera de La Magdalena a Belmonte.

El centro neurálgico de la zona es La Magdalena, donde se aglutina todo el comercio de la zona.

Son muchos los arroyos que vierten sus aguas al río Luna. El arroyo más importante por la parte izquierda al comienzo del coto es el de Portilla de Luna.

Los mejores meses para pescar en este acotado que se encuentra regulado por el Pantano de Barrios de Luna son: Abril, Mayo y Junio. Después, con el régimen de desembalse de aguas para el riego, los pescadores no saben nunca a qué atenerse.

El paraje donde está enclavado este coto es ideal para pasar una buena jornada en el campo. Existen verdes praderas y frondosos árboles para cobijarse del calor veraniego y deliciosas fuentes de agua fresca donde calmar la sed.

El mejor arte para pescar en Garaño, es la cucharilla, aunque las gentes del lugar prefieren el cebo natural: gusarapa o gusarapín. La lombriz está prohibida durante toda la temporada. Si el río se encuentra en buenas condiciones de agua, es muy bueno para pescar a mosca seca y también a ahogada. Pero según palabras de los propios pescadores, este coto de Garaño es muy traicionero, ya que aunque tenga un buen aspecto de aguas, depende de cuando haya sido regulado para que las "pintonas" entren o no. Incluso cuando uno piensa que la jornada puede ser mala por culpa del caudal, puede resultar todo lo contrario y viceversa. Si por fortuna uno coge un buen día para pescar en Garaño, todo serán elogios para este coto. Condiciones no le faltan. Tablas hermosas. Recodos labrados en roca. Pozos amplios con preciosas entradas y salidas. Chorreras únicas y rápidas estupendas para la cucharilla.

TRUCHA MUY ESPECIAL

Tiene una población de trucha común muy buena, además de buen tamaño. Conserva en gran número la población piscícola autóctona, con truchas hermosas que nada más engancharse en el engaño se notan de forma distinta, como más bravas. Al ser extraídas del agua da gusto verlas con sus manchas, oscuras donde sobresalen las pintas rojizas fuertes, muy fuertes.

La trucha de Garaño es algo especial. Por algo este coto se hizo famoso fuera de nuestras fronteras. Tiene una incomparable belleza, que la hace única en nuestros ríos. Las pintas rojizas son grandes y llenas de luminosidad. Las muchas manchas negras, al igual que los claros de su cuerpo la muestran muy distinta a las de otras zonas y ríos. Llena la vista un buen ejemplar de trucha autóctona del río luna. Sorprenderá al aficionado no sólo por su belleza, sino también por su bravura y fuerza en el intento de destrabarse del anzuelo. La pena es que cada vez quedan menos ejemplares autóctonos y se ven muchos más de los de repoblación.


MEJORES ZONAS DE PESCA

Los lugares recomendados para pescar en Garaño, se encuentran desde el comienzo del coto en la central de Mora de Luna, un kilómetro aguas abajo hasta el Puente de Vega de Caballeros.

Existen tablas hermosas para practicar el lance a cualquier modalidad. Además, en todo este tramo la práctica de la pesca resulta fácil y cómoda, ya que aunque existe bastante vegetación en las orillas, también existen claros.

Otra de las zonas recomendadas se encuentra desde donde el Luna recibe las aguas del arroyo de Portilla, hasta el pozo de "La Ganza" y el pozo de "Escobio", donde las entradas y salidas de los mismos dan muy buenos ejemplares. Al final del coto, unos trescientos metros antes del límite inferior, existen unas buenas tablonas. Frente a Garaño pueblo, el pozo de Peña Lengua de características parecidas o similares a las descritas anteriormente.

Lo cierto es que el trazado del curso del río en este tramo acotado es casi perfecto para poder pescar. La trucha tiene buenas defensas en los raizones, pozos y piedras, tanto de los fondos, como de los laterales. Existen estupendas chorreras, corrientes, tablas y caídas muy aptas para practicar cualquier arte de pesca.

Acompaña al curso del río, por un margen, la carretera de La Magdalena a Caboalles, mientras que la autopista León-Campomanes discurre por el otro. Existe un tramo vedado total en la cola del tramo acotado, que va desde el pueblo de Garaño, Pozo de Peña Lengua, hasta el Puente de Canales a La Magdalena, medida muy importante para que tanto los tramos libres como el acotado se regeneren con el tiempo.


miércoles, 27 de julio de 2011

REMELLAN, un coto en el río Porma a caballo entre San Isidro y Boñar

Vista del coto de Remellán desde lo alto de la montaña en Cerecedo.

Un coto impredecible que no es ni la sombra de lo que fue

Conserva un buen tramo de pesca con buenas truchas, aguas arriba del puente de Cerecedo, pero impracticable

Remellán es un tramo acotado donde la sorpresa puede saltar en cada momento
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Texto y fotos: Eduardo García Carmona
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No es que el acotado de Remellán sea uno de mis favoritos a la hora de elegir los cotos, tampoco de buena parte de los aficionados que acuden cada temporada al sorteo. Lo cierto es que normalmente, temporada tras temporada, no se agota el número de permisos. El enclave, por el contrario, es uno de los más bellos de la provincia leonesa, rodeado de montañas y el muro del pantano del Porma presidiéndolo todo.

El coto se encuentra a caballo entre San Isidro, con su estación invernal, y la localidad de Boñar, que en verano es una de las localidades leonesas más visitada. Es lugar obligado de parada para muchos aficionados a la pesca. Este tramo de río, ofrece mucha variedad para el pescador, con zonas abiertas y buenas tablas donde practicar el lance, y otras donde el pescar se hace incómodo y difícil, con orillas totalmente cerradas e intransitables. Quizás por esto, no es uno de los cotos preferidos de algunos pescadores. Por el contrario, tiene abundante y buena trucha, asalmonada, que con su bravura y belleza hacen las delicias del pescador. También es bastante fácil quedarse a cero, si no se sabe exponer la cuerda o la cucharilla, y meterse por lugares tortuosos, donde pasar con la caña montada se hace casi imposible.

EL COTO

Se encuentra situado este tramo acotado en el río Porma, entre pie del muro de la presa del pantano de Vegamián, límite superior, el arroyo de Pardomino (puente de la carretera C-331 Boñar-Puebla de Lillo), y el puente del pueblo de Cerecedo, límite inferior. La longitud del coto, es aproximadamente de 5.500 metros, siendo la anchura media del cauce de unos 20 metros.

Aguas abajo de la presa de Vegamián, el río Porma recibe una pequeña ayuda en forma de caudal, del arroyo del Barranco del Valle. Esto por la margen derecha. Por la izquierda, son dos los arroyos que vierten su agua. Por encima del puente, y casi al pie del muro, el arroyo de Pardomino, con aguas limpias y cristalinas, aunque no muy abundantes. Una vez que finaliza el tramo acotado y en la misma localidad de Cerecedo, el arroyo del mismo nombre.

Existe un tramo "vedado" entre el muro del embalse de Vegamián y el arroyo de Pardomino, límite superior del coto, que incluye las aguas del propio arroyo. Hace unos años, el vedado se encontraba en la desembocadura del arroyo de Oville, aguas abajo, y el límite inferior del coto.

Cruzar el río a pie es difícil y complicado, dependiendo siempre del caudal de agua que suelte la presa. Existen tres puentes por donde cruzar. Uno casi al comienzo del coto, es el puente de la carretera de Pardomino. El segundo se encuentra más abajo de la Venta de Remellán, se trata del puente de la Herrería. Por último, al final del coto, el puente de Cerecedo.

VIAS DE ACCESO

Para poder llegar al tramo acotado de Remellán, el pescador se encuentra con carretera de buen firme hasta la localidad de Boñar, después la carretera es más irregular, teniendo muchos giros a un lado y a otro. El río siempre acompaña al conductor, desde esta última localidad.

La mejor vía de acceso desde León es la carretera general de Valladolid hasta Puente Villarente. Desde esta localidad ya hasta Boñar, pasando por Ambasaguas de Curueño, Barrio de Nuestra Señora, y dejando a mano derecha el pueblo de Vegaquemada. Después de Boñar hay que coger la carretera de San Isidro, hasta Cerecedo, límite inferior. Nos encontraremos a continuación con la famosa Venta de Remellán, donde el paladar más exigente será saciado con creces, gracias a la más rica cocina casera, e inmediatamente Valdecastillo, de no muy grato recuerdo para el pescador, ya que desde esta zona y debido a las minas de talco

 próximas a la localidad, las orillas del río Porma se convierten en playas fluviales con fina arena blanquecina, que por desgracia está matando el ecosistema y hábitat de la trucha común. Esperemos que este mal se solucione rápidamente. La contaminación nunca es buena, pero si encima se trata de arenas que se posan en los fondos obturando los pozos y tapando las piedras, peor que peor. Después de Valdecastillo, el pescador se puede acercar en la parte superior del coto, hasta el muro del pantano.

Otra de las vías de acceso, es cogiendo la carretera general a Santander desde León, que pasa por Villanueva del Árbol hasta Ambasaguas de Curueño, para después seguir el mismo itinerario anteriormente citado. La distancia aproximada, por cualquiera de las dos vías, es de 50 kilómetros.

MEJORES ZONAS DE PESCA

Decir que todo el tramo acotado es bueno para la pesca, es decir mucho. Ocurre, que como reseñamos anteriormente, resulta, a tramos, muy difícil de pescar. El motivo es bien sencillo: la guardería se preocupa poco de abrir caminos, sendas, o lo que sea para poder pescar en zonas que se antojan vírgenes, porque prácticamente es imposible acceder a ellas. Las orillas están totalmente cerradas, resultando imposible pasar a pie de río, sobre todo en la parte baja del coto, aguas arriba del puente de Cerecedo. Esta zona es impracticable. Tan solo se puede pescar cuando baja el caudal del río. Si alguna zona de este coto es buena para la pesca, no cabe la menor duda, es precisamente esa parte baja, debido a que muy pocos se atreven a pescarla por las dificultades que presenta.

Esta zona de pesca va desde el Puente de Cerecedo, hasta la misma Venta de Remellán. Aquí, nos encontramos con una caída rápida que se rompe en varios brazos, donde el pescador de cucharilla puede disfrutar. Pasando este tramo, el río se abre y presenta unas tablas hermosas para practicar el lance, aunque las orillas están repletas de maleza y muchos árboles. Llegando a Valdecastillo el río se estrecha algo, debido al encajonamiento natural que sufre por la proximidad de montañas, después se abre ofreciendo multitud de oportunidades al pescador. Es la zona de mayor porcentaje de pescadores cada jornada. La práctica de la pesca aquí, y hasta el mismo muro, es cómoda, encontrándose el pescador buenas tablas con aguas lentas, otras con aguas más vivas y pozos con estupendas entradas y salidas.

Otro de los inconvenientes importantes, son las aguas que siempre discurren muy frías debido al pantano. Esto hace difícil la pesca incluso en pleno verano. Al bajar las aguas frías, la trucha sube mal al engaño en superficie, prefiriendo las zonas bajas. Es difícil encontrar un buen día de pesca, ya que la trucha es constantemente molestada por los niveles del agua, y raramente se llega a aposentar. Cuando el caudal del río se normaliza durante unos días, es precisamente cuando mejor se pesca.

Remellán es un tramo acotado donde la sorpresa puede saltar en cada momento. La mayoría de la veces la sorpresa es negativa por las malas condiciones de pesca, otras, por el contrario, son para no olvidar, con jornadas de espléndidas capturas. Es el sino de la mayoría de los tramos acotados por debajo de algún embalse.

lunes, 20 de junio de 2011

Gradefes, un gran coto que lo fue y que está recuperándose...

Gradefes, localidad a orillas del Esla, acoge a los pescadores con cordialidad ofreciéndoles todo lo que el entorno natural tiene

 El Esla, a su paso por Gradefes, ha ganado vitalidad, armonía y poderío...                                             

 Entre Gradefes y Villanófar existen dos puertos conocidos por los nombres de "Puerto de las monjas" y "Puerto de Gradefes", donde se desvía buena parte del caudal del río para riego. Estos dos puertos, en la actualidad, forman unas amplias tablas que son muy buenas para la pesca

Las truchas de Gradefes son fuertes y degran porte, aunque complicadas de engañar

El Esla baja en verano como si fuese invierno y regulado, y con escaso caudal en invierno

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Texto y fotos: Eduardo García Carmona
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         El río Esla discurre pobre de caudal en invierno y demasiado alto, curiosamente, en verano. ¡Quién lo diría hace unos años!

         Desde el puente de Gradefes se puede ver una gran tabla de unos cincuenta metros de anchura.

         Gradefes, localidad a orillas del Esla, acoge a los pescadores con cordialidad ofreciéndoles todo lo que el entorno natural tiene. Dispone de una amplia playa fluvial, con choperas que brindan cobijo del sol, convirtiéndose en delicia de pescadores y amantes de la naturaleza. La inmensa pradería colindante, cuando el tiempo es bueno, se llena a rebosar, dando ambiente a la ribera de este río. Pan de pueblo que huele como pocos y tiene unos dulces sin igual que preparan las monjas del convento de Santa Maria, son otros de los atractivos de esta localidad.

         El Esla, a su paso por Gradefes, ha ganado vitalidad, armonía y poderío, aunque también suciedad. El entorno, especialmente en verano, se llena de papeles, plásticos, latas...

         Las aguas se encuentran, relativamente limpias, pese a que en este tramo acotado vierten sus colectores pueblos como Villacidayo y Villanófar por una orilla, mientras que por la otra son Sahechores, San Cipriano y Cubillas de Rueda.

         Es lamentable ver a un lado y otro de estas localidades ramificaciones de agua putrefacta y maloliente, hasta que las mismas son vertidas al cauce del río para contaminar sus aguas. 

EL  COTO Y SUS MEJORES ZONAS DE PESCA 

         El coto de Gradefes comienza aguas arriba de Villanófar en el muro de gaviones existente en el prado de esta localidad. El límite inferior es el puente de Gradefes. Tiene este tramo una longitud aproximada de 4,5 kilómetros, con una anchura de cauce que va desde los 30 a los 45 metros, según las zonas.

         Entre Gradefes y Villanófar existen dos puertos conocidos por los nombres de "Puerto de las monjas" y "Puerto de Gradefes", donde se desvía buena parte del caudal del río para riego. Estos dos puertos, en la actualidad, forman unas amplias tablas que son muy buenas para la pesca.

         La zona de la curva de Villanófar posee tramos con buenas condiciones para la pesca.

         Más arriba, a la altura de San Cipriano de Rueda, en la zona del Soto de “nueve reales”, el Esla se bifurca formando una pequeña isla. Este tramo, sin lugar a dudas, es uno de los favoritos de los pescadores que acuden a este coto, aunque en la actualidad padece el mismo mal que el resto del tramo acotado: la abundancia de caudal.

     Se ha podido comprobar que hay mucha trucha. La que entra al señuelo es brava, tira fuerte y tiene buenas dimensiones. Es normal conseguir ejemplares de cerca del kilo. 

Pese a la mucha arboleda existente la pesca se puede practicar sin mayores dificultades. Existen cómodos accesos por la orilla del río, con zonas abiertas, buenas chorreras y caídas de agua y tablas excelentes para la práctica de cualquier arte o modalidad de pesca. 

ACCESOS Y OCIO 

         Para acudir desde León a este coto hay que recorrer aproximadamente unos 45 kilómetros, dependiendo de la zona elegida. Las mejores vías de acceso, desde la capital, son: León, Puente Villarente, Mansilla de las Mulas, Quintana de Rueda, Sahechores hasta Cubillas de Rueda. También se puede acudir desde Puente Villarente por la carretera de Villafañe, Mellanzos hasta Gradefes, para continuar hacia Villanófar y Villacidayo.

         Para que Gradefes se haya puesto a la cabeza de los cotos de León, parte de la “culpa” la tiene el pantano de Riaño. La Administración deberá tomar buena nota para que no ocurra lo mismo que ocurrió con el coto de Santa Marina, después de varios años del cierre de la presa de Barrios de Luna. Santa Marina pasó a ser el mejor coto de España y de Europa, después se convirtió en el mejor tramo para los lucios.

     Punto y aparte, al mencionar Gradefes, merece un “guarda”: Manuel Álvarez, jefe de comarca que lo fue. No ha sido un guarda cualquiera. Manolo, para sus amigos, lo ha sido todo en este tramo y otros cercanos. Ahora ya está jubilado, pero por condiciones y ganas bien podría haber continuado. Aunque “oficialmente”  ya no está,  Manolo seguirá  siendo un gran “amigo” para el pescador y una gran ayuda para pescar en Gradefes.

AULA DEL RÍO

Uno de los atractivos más nuevos en Gradefes es el "Aula del Río", una iniciativa del ayuntamiento de la localidad que preside Ana Isabel Ferreras, y que junto con vecinos y asociaciones y grupos folklóricos, como Rescoldo, están haciendo posible que la actividad cultural se mezcle con la naturaleza llenando de vida este recinto donde el "Filandón de Pesca" que se lleva realizando tres años consecutivos con motivo de la Semana Internacional de la Trucha, está siendo un referente en toda la comarca y fuera de ella.

La iniciativa del "Filandón" fue obra de José Gutiérrez Aláiz, un enamorado de la pesca y la naturaleza que ha unido a un grupo de escritores y profesionales de los medios de comunicación que están repitiendo año tras año y, lo más importante, llenando el aforo que ya se está viendo pequeño, por lo que la cuarta edición podría celebrarse al aire libre.
Otras actividades sobre Medio Ambiente, así como charlas y conferencias tienen lugar en el Aula del Río de Gradefes que pese a no contar con el patrocinio de la Junta, está siendo todo un logro para el municipio y sus gentes.