LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona...

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miércoles, 9 de junio de 2021

Río Cubia (Asturias)…



Coto de Llantrales
, desde Villanueva a Agüera

Un tramo que “enamora”  

Pese a la contaminación, las aguas  tienen abundancia de truchas, aunque de escaso tamaño

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


¡Qué gran sorpresa me he llevado acudiendo a pescar a Llantrales, un coto totalmente desconocido para mí, así como el río Cubia, de corto recorrido, 41 kilómetros hasta que entrega sus aguas al Nalón!

El río Cubia nace en el Picu La Berza, a 1.300 metros de altitud y todo su recorrido lo hace por el concejo de Grado.


Este río me ha sorprendido gratamente por su encanto natural. Una pasada. Tiene aguas bastante claras, aunque con mucho depósito de porquerías en sus piedras y alrededores.

Es un río de buenas corrientes, pozos, tablas de aguas paradas y buenas chorreras para practicar el lance, aunque a seca tiene zonas con muchas dificultades debido a lo cerrado que se encuentra el curso, con zonas de vegetación cerrando el cauce y posando las ramas en el agua.


EL COTO DE LLANTRALES

He pescado el coto  Llantrales hace unos años y muchos me decían que para qué iba. Al final, fui con mi amigo Beni (Benito Perfecto Sánchez), que se fue a pescar  lo libre en la zona de Agüera, mientras yo me quedaba en la zona alta, en el puente que cruza el río hacia Villanueva.




Efectivamente, el río Cubia discurría algo mermado de caudal pero, pescable. Al menos a mí así me lo parecía, recordándome el río Yuso, en León.

Viendo el pozo junto al puente, decidí pescar a ninfa pero sin utilizar la caña de seca, con la de ahogada y poniendo un señalizador. Incluso, tras asomarme al río, decidí bajar unos metros hacia Alcubiella y comenzar a pescar los pozos, aguas arriba. Así llegué pescando hasta


casi el principio de la zona acotada, sobrepasado el núcleo urbano de El Banzao y un poco antes de llegar al puente de Agüera,  aunque quitaba las ninfas y ponía ahogadas.

Me llevé una docena de truchas a la mano, algunas de buen porte para lo que es el río pero, la mayoría, pequeñas. No es que disfrutase a tope pero, esperaba mucho menos. Es más, tuve tirones y pérdidas de algunos ejemplares que más que truchas parecían reos por su forma de tirar al ser pinchados y los saltos que daban para destrabarse pero, no me llevé ninguno a la mano, aunque ellos si se llevaron algunas ninfas y moscas.


UNA MARAVILLA NATURAL

La mayor gozada ha sido comprobar que el río Cubia es una maravilla de la naturaleza, con un entorno que ni me imaginaba. Las aguas ofrecen un encanto único. Es un espacio de paz y sombras. Paz que significa el sonido de la naturaleza con el chasquido de las aguas al discurrir y el sonido de las aves. Y sombras las que se esparcen en todo su recorrido cerrado de vegetación, salvo raras zonas en las que el Cubia queda desprotegido y bañado por los rayos sol.

No estaría mal que se protegiese más todo éste tramo de pesca para que la abundancia de trucha pequeña que tiene consiga llegar a cobrar mayores tamaños para disfrute de los aficionados que se acercan a pescar en sus aguas.


¿Por qué el Principado no protege más este tramo acotado, particularmente y los ríos de toda la autonomía de forma general?

No lo entiendo porque Asturias podría ser una maravilla para la pesca y un reclamo turístico único, con la riqueza que eso supone. Todo indica que lo importante es que se abra la pesca, como ocurre con el salmón, y todo lo que “se menea” en las aguas se pueda llevar para la sartén. Una pena.


El río Cubia
, como muchos otros en Asturias, necesita atención porque está en la UVI y si lo quieren comprobar, se pueden dar una vuelta por la zona que pesqué porque, a la altura de Villanueva, por la margen del núcleo poblacional, hay una tubería que lleva todas las defecaciones al pobre río y nadie lo remedia. 

Ni se enteran o se quieren enterar.