Un río de montaña que ofrece lo mejor al pescador
Las tablas cerca de la ermita de Las Nieves, son muy buenas para la pesca a la leonesa y si el pantano está bajo de agua, por debajo de Camposolillo
El mes de Junio es el preferido para pescar
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Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
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Pantano de Vegamián |
Pescar en Vegamián es volver a la
montaña leonesa, próximos a San Isidro, para disfrutar en plena naturaleza de
una jornada al aire libre, donde los recuerdos de un pasado sin tierras
anegadas, dicen los lugareños, siempre fueron mejores.
Se trata de un coto de características
muy similares al de Villafeliz. Su situación geográfica es parecida.
Vegamián tiene todos los alicientes
para poder gozar pescando a la cola del pantano del Porma, donde los ejemplares
de trucha suelen ser de buen tamaño, pero Vegamián también tiene el aliciente
de un río de montaña, con las salgueras de las orillas
cayendo sobre sus aguas,
cerrando el discurrir de las mismas, que procedentes de lo más alto de la
montaña, bajan cantarinas entre rocas y peñas que se clavan en el cielo. En su
curso son muchos los accidentes geográficos que ha de sortear hasta llegar al
pantano. Esto hace que las aguas sean batidas y por ello “la reina de nuestros
ríos” sea fuerte y brava.
ACCESOS
Para acudir a pescar a este tramo
acotado desde la capital, el pescador deberá coger la carretera de Valladolid
hasta Puente Villarente. Desde esta localidad, a la altura media del pueblo,
hay que coger la carretera hacia Boñar. Desde
Boñar, saliendo de la localidad,
hay que bordear el Pantano del Porma, con dirección a Puebla de Lillo. Pasados
los cruces a las localidades de Orones o Solle, ya se puede buscar lugar para
dejar el vehículo y pescar. Hay quien
prefiere llegar hasta el puente sobre el río, a la altura de Camposolillo,
pueblo abandonado en su día y reconstruido desde hace unos años, volviendo a
dar vida a la zona.
También se puede acudir desde León por
la N-621
León-Santander , que pasa por Villanueva del Árbol. Llegados
al cruce de Barrios de Nuestra Señora hay que continuar en dirección a Boñar y
seguir dirección Puebla de Lillo.
Por una carretera u otra, la distancia
aproximada desde León es de 70 kilómetros por buena carretera hasta Boñar,
que se complica desde aquí a causa de las curvas, a medida que nos adentramos
en la montaña hacia San Isidro.
Aguas arriba de la confluencia del río
Silván con el Porma, afluente que recibe este por la derecha, a unos 300 metros , y en el
puente que lleva a la localidad de
Redipollos se encuentra el límite superior
de este tramo acotado de Vegamián. El límite inferior se encuentra en el puente
sobre el arroyo Arianes que vierte sus aguas al pantano.
Si el pantano se encuentra lleno, la
parte inferior es imposible de pescar, por lo que en invierno es complicado
bajar más allá de las últimas praderas de Camposolillo. Por este motivo,
aunque en realidad son 8 los kilómetros de tramo acotado, lo cierto es que
aprovechables, la mayor parte de la temporada, sólo son 4 o 5 al máximo.
Las mejores zonas de pesca se
encuentran en la parte superior, a unos 500 metros de la ermita
de Las Nieves y hasta el puente de la carretera. Aquí las tablas son excelentes
para pescar a la leonesa o mosca seca. En invierno, con más caudal, la cucharilla da
buenos resultados.
La mayor dificultad con la que se va a encontrar el
pescador, en este tramo, es la mucha maleza que existe en las orillas. Las
salgueras y árboles complican los lances, que deberán hacerse cortos. En verano
no es conveniente meterse en el agua. La anchura máxima es de unos 10 metros , en esta zona,
bajando hacia el pantano llega a los 30 metros o más, dependiendo de cómo se
encuentre éste.
La zona favorita de los pescadores de
mosca a la leonesa y seca, se encuentra después de un molino existente en la parte
izquierda del río, mirando a San Isidro. Casi metidos en Camposolillo, existe
una gran tablona con abundancia de trucha. Aquí
los serenos son envidiables y
los ejemplares conseguidos de buen tamaño. Si el pantano está bajo y se puede
pescar hasta el límite inferior, el pescador se va a encontrar con vueltas y
revueltas, donde podrá aprovechar muchas tiradas, pero siempre pescando desde
lejos para que la trucha no nos vea.
Y para comer y comer bien, en Puebla de Lillo, Restaurante Madrid.
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