“Tocando cielo” para pescar Black Bass en la presa de Chira (Gran Canaria)…
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
No es la primera vez que acudo a la presa de Chira, en la isla de Gran Canaria, para pescar el Black Bass. Espero que no sea la última y que, lo mismo que hemos hecho mi amigo, Manuel Montes (dep), y yo, sean muchos más los aficionados que puedan hacerlo dentro de un ecosistema controlado, con un desarrollo sostenible y donde las posibilidades de una presa como Chira pasen, de ser sólo para agua de riego o abastecimiento, también para el desarrollo de una zona deprimida e, incluso inhóspita, donde la agricultura y la acuicultura sean el estandarte o bandera de progreso. Va por ti amigo Montes que en gloria estés.
Quien más, quien menos sabe lo que son los pueblos o aldeas, como se dice en la península, que se encuentran en zonas poco transitadas o con mucha dificultad para poder acceder a ellas. Son pueblos “fantasmas” en muchas ocasiones. Lugares que tuvieron extraordinaria vida no hace más de 50 años pero que con la llegada del progreso, poco a poco se fueron abandonando en busca de nueva y mejor vida que la del campo.
Conocía
esta premisa que acabo de exponer en lo que los canarios llaman “la península”.
Aquí, en la isla de Gran Canaria, donde residí unos cuantos años, la
situación es prácticamente la misma que en cualquier aldea de Galicia,
Asturias, Castilla o León, por poner tres ejemplos de las zonas que más
conozco.
Ocurre que en la montaña de Gran Canaria, entre los Roques Nublo, Fraile y el Pico de Las Nieves, existe vida humana y animal, además de pinares hermosos de la especie autóctona canaria. Vida que surge como los barrancos que llevan nombres con singularidades de la zona: Baranco de Ayaguares y el de Fátaga, por un lado, o el pinar de Tirajana, por otro. Esa vida, junto a la naturaleza más árida y semi desértica por zonas, es la que ha hecho posible la subsistencia de muchos isleños que agarrados al clima de las cumbres, con inviernos duros y verano con un sol abrasador. Es fácil encontrar, en la zona centro de Gran Canaria, aves de todo tipo, con especial reclamo de perdices rojas y morunas, roedores como el conejo de monte, etc. que son la delicia de los aficionados al arte cinegético.
Más fácil era, aún, encontrarse rebaños de cabras. Ahora, en pocas ocasiones.
La
poca vida que resta en muchos pequeños núcleos de población que aún existen,
sus gentes se dedican a la agricultura y la ganadería. Las plantaciones de
patatas, “las papas”, están en la orden del día. También viñedos y árboles
frutales varios, predominando el almendro, naranjos, olivos y aguacates, aunque
lo que más predomina y se hace parte del paisaje son las chumberas o
tuneras, Aloe Vera, pitas, y palmerales,
muchos palmerales que permanecen como testigos en sus cauces…y los barrancos
que en el camino que une La Plata con los Cercados de Araña, son impresionantes
con las presas de Chira, Las Niñas y Soria como testigos.
La presa de Chira y La Cueva de la familia de Luis, vecino de Santa Lucía de Tirajana, fueron nuestro punto de cita, aunque el lugar de reunión fue en San Bartolomé de Tirajana, en la que Luis es presidente de la Agrupación Agropecuaria de la zona, donde se termina de dar un curso sobre desarrollo sostenible, con asistencia de un buen grupo de jóvenes y menos jóvenes, con inquietudes para el desarrollo a través de la agricultura y la pesca. Allí quedamos con Manuel Montes, mi compañero de pesca, y con él, además de Luis, Pedro, Santiago y Cayetano. Juntos, vamos a pasar un fin de semana en la montaña y dormiremos en La Cueva de Luis.
Hasta Cercados de Araña la carretera, aunque sinuosa y estrecha, está asfaltada y señalizada a no más de 40 kilómetros a la hora. Desde Cercados a La Plata y La Cueva, sólo se puede acceder con todoterreno y transitando por caminos de tierra y piedra con dificultad para encontrar la senda buena, incluso para quienes han subido varias veces.
Una grata sorpresa ha sido el conocer La Cueva de Luis, aunque en honor a la verdad habría que decir la cueva de los antepasados de Luis, pues fue el padre de su abuelo y éste, los que hicieron posible el aposento con los años.
El
lugar es paradisíaco, como se puede comprobar en las fotografías. Las
comodidades, todas: agua corriente, luz eléctrica…Vamos, por mi mente nunca se
me hubiese ocurrido pensar en todo esto, viendo por donde transitábamos y lo
que dejábamos detrás.
Un oasis paradisíaco, con varias cuevas labradas en la roca de la montaña, y casitas con un blanco esplendoroso que se mezclan con el verde de las palmeras y el colorido de huertas y jardines. Toda cueva, toda casita tiene un jardín repleto de flores y árboles frutales.
Escaleras
que subir fue lo primero que nos encontramos, después el patio. Frente a éste,
la cocina. Al otro lado, una habitación amplia con cama matrimonial, litera,
sofás, armarios y hasta televisión. Subiendo, frente al patio, y hacia la
derecha, otra habitación, más o menos con similares características de
amueblamiento. Eso sí, blanqueadas como antiguamente se hacía en todas las
casas, con cal.
Tras acomodarnos, todos bajamos hasta Cercados para pescar en Chira. Estaba cayendo la tarde y era el momento de probar suerte con el Black Bass.
La
presa, aunque mucho más baja de caudal que cuando estuve la anterior vez,
estaba perfecta para pescar, aunque hacía un poco de frío.
Manuel
y yo montamos nuestras cañas de mosca seca para pescar con poppers y
estreamers. Luis y Cayetano pescarían a spinning. Pedro y Santiago, serían los
encargados de documentar lo ocurrido y ayudar.
Pronto cayó la noche y con las primeras penumbras llegaron los primeros peces que se fueron multiplicando según pasaban los minutos.
Fue
una hora de pesca, pero con mucho disfrute. Quien más, quien menos sacó y
devolvió otra vez a las aguas, de diez a doce piezas.
De
vuelta a La Cueva y por el mismo sendero que con la oscuridad se convertía en
más hermoso.
Llegados al alto ver la presa de Chira y el poblado de Cercados se convirtió en una postal de ensueño. ¡Qué hermosura!
Después,
terreno despoblado y, prácticamente, sin vegetación hasta coger el sendero
hacia La Cueva donde la hermosura de una noche estrellada se mezclaba con los
puntos de luz de las diferentes cuevas y casitas y, al fondo, la mayor de las
presa de la isla, la de Soria.
Lanzando el popper
Había
que preparar la cena y mientras unos pelábamos patatas, otros preparaban
embutido llevado desde León, ensalada, etc.
Al
calor de la mesa y un buen vaso de vino de la tierra de Tirajana, se comenzó a
hablar de proyectos futuros, no muy lejanos. Ellos, ya están trabajando en la
agricultura sostenible y, además, de plantaciones de almendros, viñedos,
olivos, naranjos y otros árboles frutales. Tocaba turno para hablar de un
futuro de desarrollo sostenible, de la zona de San Bartolomé de Tirajana, por
medio del turismo y la pesca. Hay que aprender a explotar la
riqueza piscícola de las presas del municipio y llevar a San Bartolomé no sólo al turismo de playa con San Agustín, Playa del Inglés y Maspalomas como prototipo en el municipio. Hay que llevar a San Bartolomé de Tirajana hacia el turismo rural sostenible, con casas rurales para pescadores donde, además, sea obligatorio el ofertar los productos autóctonos de la zona: aceite, vinos, hortalizas, carnes, frutas y donde la pesca de Black Bass y Carpas, con peces que han sobrepasado los 6 kilos, de un Bass, o los 25 kilos de una carpa, para que sean el atractivo o manera de relanzar la zona más deprimida de la montaña central de Gran Canaria.
Se está trabajando en el proyecto y a la vuelta de unos meses, con el apoyo del ayuntamiento de San Bartolomé, el Cabildo y el Gobierno Canario, se podrá sacar adelante.
Al día siguiente, sólo cuatro bajamos a pescar a Chira. Pedro y Luis se quedaron en la cueva haciendo reparaciones y preparando el terreno la huerta y los frutales que también deben de ser atendidos, aunque sea un par de días a la semana.
La jornada de pesca matinal fue atractiva, con buenos peces a cucharilla y a ninfa y donde a la vuelta nos esperaba una suculenta comida a base de pollo y pescado de mar que se había traído para el acontecimiento.
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