LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona...

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martes, 27 de junio de 2023

Tramo de Valdesandinas al Puente Paulón (La Bañeza)...

 



EL AREC DE LA BAÑEZA (León)
y mis recuerdos de una “colonia de verano” en el Puente Paulón…

Tramo de Valdesandinas al Puente Paulón (La Bañeza), de coto tradicional a AREC LA BAÑEZA

Un tramo de grandes piezas o trofeos para los aficionados

 Las truchas grandes, en verano, se resguardan del sol en las horas centrales del día, para comer de madrugada o al sereno

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona y página alumnos Padre Ferrero

 


Mis recuerdos de infancia
me llevan a un verano inolvidable en una colonia de la escuela para niños necesitados del PADRE FERRERO, en Oviedo. Fue sólo un año el que pasé en la fundación creada por el padre Jesuita, Antonio Ferrero, dedicada a atender a niños de familias necesitadas. Primero fue en la calle La Molinera de Oviedo,

donde nos habilitaron un aula dedicada a la enseñanza y donde “nos quitaban el hambre” a unos niños necesitados provenientes casi todos del barrio de Ventanielles, zona marginal con casas construidas por el régimen para familias necesitadas. De las comidas que nos ofrecían recuerdo las alubias pintas con arroz y “el pan de cuernos”, que hacían en la panadería existen casi enfrente del convento de unas religiosas que no acogían. También, el queso anaranjado y la leche en polvo.


La ilusión del Jesuita,
ANTONIO FERRERO, se hizo realidad y en los primeros años 60 del siglo pasado, el acogimiento en el convento se convirtió en escuela en un edificio de la calle General Elorza. Posiblemente sería hacia 1967, aunque no lo puedo concretar.


En la colonia de verano existente antes de llegar al Puente Paulón, desde la carretera de Santa María del Páramo, pasé los 15 días más maravillosos que se le dieron a “este niño”, entonces. Era una casa tapiada y de planta baja, con un patio central donde había árboles. Teníamos nuestra propia cama individual aunque de dos en dos formando litera, todos dentro de una habitación grande.

Existían muchas actividades educativas, formativas y de diversión, dominando sobre todo la educación y el comportamiento. Nos enseñaban a compartir y valorar lo poco que teníamos que era mucho. La ilusión estaba al máximo en cada jornada con actividades nuevas y muchas salidas al campo y al río.


Allí, en el
RÍO ÓRBIGO muchas veces y, las menos, en el DUERNA que se juntaba a éste después de atravesar por debajo de un puente de hierro, además de los chapuzones nos dedicábamos a coger cangrejos de río que después servían para que el cocinero de la colonia nos los preparase con salsa de tomate y trozos de chorizo que sabían a gloria bendita.


Tenía unos 9 años y lo que disfruté no se me olvidará nunca, nunca. Además, veía pescar a gentes del lugar con cañas de bambú y ya me llamaba la atención el ver aquellos peces con pintas de colores rojos y negros.

Ahora, cerrando los ojos, les quiero exponer lo que vio el autor del artículo, lugares y zonas de aquel inmenso río donde nos bañábamos y que ahora sirven de asueto para pescadores y senderistas que caminan junto a su orilla y que, también he pescado en alguna ocasión.

 

 


EL AREC DE LA BAÑEZA

 

No hace muchos años el río Órbigo era pescable hasta que se despedía de la provincia de León. Ahora, la contaminación humana e industrial desde Veguellina de Órbigo hasta el límite con la provincia de Zamora hizo posible una transformación tal que el río antiguo se ha convertido en otro. El lucio puebla las aguas de este tramo, siendo una especie abundante, junto con bogas y escallos pese a limpieza o descastes realizado. La trucha, en esta parte baja del Órbigo existe casi por “milagro”, y lo cierto es que abundan las de gran tamaño. Afortunadamente, en los últimos años se ven ejemplares nuevos y eso es bueno.


Es un tramo ideal para recreo de jubilados y jóvenes de la zona que se inician en el arte de la pesca y para quienes, en verano,  quieren tener grandes sensaciones con ejemplares de más de un kilo pescando al sereno.       

Es un gran espectáculo, en la época del desove, poder ver desde el Puente Paulón la cantidad de lucios que intentan remontar el pequeño muro existente en las aguas del río Órbigo. Es el juego de la supervivencia y la procreación. Muchas hembras mueren exhaustas en el empeño. Otras son capturadas por Medio Ambiente, que intenta eliminar o descastar la zona de este depredador, que invade el territorio truchera de la provincia, cada vez más.


Pese al lucio, el tramo, desde que se hizo primero coto y ahora AREC, o sea aguas en régimen controlado de pesca, está ganando enteros.  Son cada vez menos los lucios que se sacan pescando a cucharilla lo que indica claramente el descenso de este predador que ha colonizado las parte bajas de los principales ríos leoneses como el Órbigo, Porma o Esla.


Las zonas de pesca de este tramo son muy similares. Las amplias tablas, con aguas remansadas, los pozos con buenas entradas y salidas, y las raseras, se suceden cada pocos metros. La amplitud de orilla a orilla, más de 25 metros y no menos de 40, según zonas, hace que se pesque cómodamente, a pesar de la maleza y choperas.

Por la orilla de Valdesandinas y hasta Requejo de la Vega prácticamente el pescador disfrutará de espacios de río con mucha amplitud y buenas zonas de pesca con abundancia de vegetación acuícola.


Desde el cruce de Santa María de la Isla con la carretera general, en Alcaidón  y hasta pasada la localidad de Soto de la Vega, existen tablas hermosas para pescar a mosca seca, especialmente con unos serenos impresionantes en la época final de la temporada de pesca a poco que acompañe la climatología.


Se puede decir que el tramo desde Valdesandinas hasta el Puente Paulón, cerca de La Bañeza, se ha convertido en una zona importante de disfrute para todos los aficionados a la pesca en la comarca y los visitantes que acuden a él, cada temporada son más numerosos. Los pases al AREC son gratuitos pero hay que solicitarlos con antelación.


La mejor vía de acceso desde León, es por la carretera de Astorga hasta el cruce de Hospital de Orbigo. Desde aquí a La Bañeza después de pasar por Veguellina. La distancia,  aproximada, es de 50 kilómetros. También se puede acceder, desde León, por la carretera de Santa María del Páramo, después de pasar Trobajo del Cerecedo, en la carretera de Benavente, por el cruce antes de llegar a la Vidriera Leonesa.

Para descansar y comer existen multitud de establecimientos antes de llegar a La Bañeza y en ésta última localidad.

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