LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona...

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domingo, 19 de abril de 2009

Un TLSM de Pardavé...

EL RÍO TORÍO Y EL ENCANTO DE PESCAR EN SUS AGUAS

La Iglesia de Nuestra Señora de Manzaneda preside la parte media de todo el río Torío desde Manzaneda hasta Garrafe





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Texto y fotos: Eduardo García Carmona

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El río Torío nace en el Puerto de Piedrafita, a 1.680 metros de altitud. Se trata de una corriente que parte de las filtraciones de agua de una montaña que mantiene nieve gran parte del año. Para completar su caudal se alimenta, principalmente, de las aguas que discurren de las montañas de Vegarada, donde todas sus escorrentías van a completar el curso de uno de sus mejores afluentes: el arroyo Canseco. Aguas por debajo de la localidad de Cármenes recibe otro importante aporte del río Valverdín. Después de Gete, Getino, Felmín y pasando Las Hoces, el Torío acumula el caudal del arroyo Correcillas que nace en la montaña del mismo nombre, a una altitud de casi 2.000 metros (1.998), el pico más alto de la zona y donde el senderismo y la escalada nos mostraran una cara deportiva sin igual. Casi por frente, otro arroyo, es el de Coladilla que circunda las montañas de la otra parte del Torío, frente al Bernesga.
Vegacervera, Matallana de Torío, el cruce de Robles de la Valcueva, Pardavé, Garrafe y así hasta llegar a León por el barrio de Puente Castro, tras atravesar La Candamia.
Se trata de uno de los ríos menos contaminado de la provincia de León, aunque a partir de la zona más baja, antes de unirse al Bernesga, comienza a recibir toda la que no tenía, notándose especialmente en verano, cuando las aguas disminuyen su caudal.
Este río está considerado por los aficionados a la pesca de la trucha como uno de los mejores en cantidad y calidad de la especie autóctona.
Se trata de un río con grandes protecciones para “las pintonas” al tener en todo su curso fluvial a las rocas como principales aliadas. Curso rocoso con abundantes cavernas y cuevas, con pozos impresionantes donde las truchas pueden desarrollar todas sus virtudes, para delicias de los pescadores.
Prácticamente desde su nacimiento, a pesar de la poca anchura, se hace pescable para los más finos con la caña.
En la zona alta el tramo antes y después de Cármenes y hasta la cabecera del tramo acotado de Felmín es de los mejores, en cuanto a lo libre se refiere. Existen buenas tablas para el lance, pozos, raseras y mucha vegetación de orilla que dificulta las tiradas, pero que hacen de la zona una delicia de luz, colorido y paisaje que, unido a la sinfonía del discurrir de las aguas, encantarán al más incrédulo.
De los tramos libres, alguno sin muerte como Pardavé, les damos a continuación sus mejores características.

PARDAVÉ: Tramo libre sin muerte

Donde el Torío llega a su zona media


Pardavé, es un bello pueblo leonés que está a orillas del río Torío, donde el mismo cobra ya su "mayoría de edad" en caudal.
Está Pardavé en las dos orillas de este rico río truchero. Se comunica el pueblo por un estrecho puente con muchos años de historia, que soporta a diario una gran circulación, que precisamente allí se hace peligrosa.
Al pasar por el puente, sin querer, uno mira para el río Torío que lo atraviesa con gallardía, coraje y velocidad, que se denota en sus aguas batidas y un colorido especial en esta época del año, de tonalidad verde a lo lejos y casi transparente al acercarse. Corren sus aguas presurosas por llegar al remanso, dibujando en su pasar serpientes multicolores que se pierden a la vista entre árboles y matorrales, entre huertas y montaña, entre robles, alisos y chopos.
El paraje en esta zona es ideal. Al frente, aguas arriba, la montaña con sus hoces anteriormente recorridas.
Las casas, en las orillas, caen en vertical hasta las piedras del río, haciendo de fortín inexpugnable en caso de riadas. Están construidas la mayoría en pura piedra de la montaña, que parecen losas imposibles de alzar y colocar para formar la pared.
Las gentes, como todas las de la zona próxima, son afables y cordiales con el visitante, quizás de pocas palabras, pero atentas. En su rostro se notan los aires de la montaña que curten completamente la cara, siendo su tez morena, su mirar cansino y algo distraído.
Por debabajo de Pardavé, el Torío profundiza en las rocas, las recorta y da diversas formas, algunas, con imaginación, parecen siluetas conocidas. A un lado y otro hermosas praderas con verdor exuberante y alguna que otra huerta y siempre presentes los chopos en la misma orilla clavándose en el cielo. Son abundantes los arroyos y fuentes con aguas cristalinas, puras, donde el pescador sacia su sed y reposa del cansino esfuerzo por capturar "la pintona".
La maleza en las orillas es abundante y dificulta demasiado el ir y venir del pescador, pero el Torío, para los ojos del aficionado, baja hermoso en estas fechas con abundante caudal y buenas tablas para la práctica del "lance".


DÓNDE PESCAR EN EL TRAMO LIBRE SIN MUERTE

Nada más salir del pueblo, aguas abajo, nos encontramos con unos recodos estupendos para pescar y un poco más allá, a unos 150 metros el pozo de Pardavé, donde las aguas chocan contra la piedra y la profundidad se antoja grande, existe un pozo, donde las rocas vigilan. Son muchos los pescadores que prueban fortuna a la entrada y salida, con buenos resultados. El lugar es perfecto para pescar a mosquito ahogado. Aquí es donde se comienza a notar la presencia de la trucha del Torío, mucho más clara que en otras zonas y con unas pintas rojizas fuertes y salteadas a lo largo de su cuerpo que la hacen de verdad muy hermosa. Su talla es más bien pequeña, pero con mucha fuerza. Si la trucha es un pez vigoroso, aquí se gana ese adjetivo por méritos propios.
Un poco más abajo del pozo de Pardavé, comienza una zona con muy buenas tablas y tiradas cortas. Se ve el fondo del río y se notan sus muchas piedras, lugar donde la trucha habita la pintona y tiene su gran defensa.
Las entradas para pescar no son cómodas, pero se consiguen, aunque el cuidado en el lance debe ser extremo, ya que si no los enredos y enganches pueden estar en el orden del día.
Más abajo, las aguas comienzan a remansarse y el curso cobra mayor anchura. Las orillas se elevan, quedando el río profundo. Llegamos a la zona de la cuadra, donde existe una presa que recoge el agua para el riego. Las aguas toman otro color más oscuro. El río apenas se mueve. Son buenas tablas para el lance a mosquito ahogado, mosca seca y para pescar al sereno en verano. Es una de las zonas favoritas de los pescadores, encontrándose superpoblado de aficionados éste tramo de unos 300 metros. La trucha, en esta tabla, tiene unas grandes defensas y abundante comida. Los ejemplares que se sacan suelen ser de buenas medidas.
Después de la presa y su cascada, el Torío cobra nuevamente fuerza rumbo a Pedrún y Matueca, con aguas rápidas que se deslizan entre piedras abundantes en su seno. Con las curvas llegan también los pequeños remansos y el río sigue su curso encajonándose unas veces en la orilla derecha y otra en la izquierda, creando en muchas ocasiones profundos pozos.
En estas orillas del Torío, en Pardavé, son miles los aficionados que se han curtido en la pesca. El río es generoso ofreciendo su fruto.
La mejor época para pescar, es desde abril a junio, ya que el Torío es cuando mejor baja de caudal. El río en el estiaje casi se seca y a no ser por los profundos pozos, la trucha no podría existir, pero ahí está temporada tras temporada, ofreciéndonos su encanto, cosa que resulta imposible de creer después de los tremendos "palos" que recibe el Torío en verano.
En este tramo libre sin muerte, se puede practicar sólo el arte de la pesca a mosquito artificial, sin arponcillo. Al ser una zona libre, es importante pescar a principio de temporada para obtener buenos resultados, ya que si no, más taLos accesos para llegar a pescar hasta cualquier zona del río Torío son cómodos. Hay que coger desde la capital leonesa la carretera de León-Collanzo, vía que discurre, prácticamente, paralela al curso del río. La distancia hasta el tramo acotado de Felmín es de 40 kilómetros, pero a menos de 20 Kms. Se encuentra Garrafe de Torío.rde el río está totalmente "vareado" y la trucha es difícil de engañar.

ACCESOS

Los accesos para llegar a pescar hasta cualquier zona del río Torío son cómodos. Hay que coger desde la capital leonesa la carretera de León-Collanzo, vía que discurre, prácticamente, paralela al curso del río. La distancia hasta el tramo acotado de Felmín es de 40 kilómetros, pero a menos de 20 Kms. Se encuentra Garrafe de Torío, poco más allá Pardavé.

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