ENTRE
“GALLOS Y ESPOLONES”, LA PESCA TRADICIONAL…
La
pesca es un mundo real convertido en “miseria” a causa del cambio climático,
con “gallos y espolones” que somos los pescadores, TRACIONALES Y SIN MUERTE
Una
ficción irreal que se convierte en el devenir diario ante el inicio de la
temporada 2025
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
“Se
va sabiendo poco a poco quien es uno y, muy poco a poco, que uno no es nadie”.
Esta
frase se ha quedado en mi mente desde el día que la escuché o leí. El caso es
que hoy sirve para marcar un punto de inflexión en mi historia de pescador
mientras escucho cantar a KIRI KANAWA, una voz muy real para un mundo irreal
que lo desea todo a cambio de “nada”.
La
frase se la aplico a mi historia real en la PESCA, con mayúscula, porque así la
conocí cuando comencé a eso de los 9 años a pescar con un palo, un hilo de
bramante y un alfiler doblado como anzuelo. Eso era “PESCA SIN MUERTE” y ya la
practicaba a los nueve años.
Se
va sabiendo, muy poco a poco, quien es cada uno pero, en la pesca, como en la
vida, todo dependerá “del cristal con que se mire”.
LOS
PESCADORES “TRADICIONALES” me llamarán de todo pero estoy acostumbrado a
improperios y envidias. Los pescadores del “CAPTURA Y SUELTA”, seguro que me
aplaudirán, aunque no busco eso.
Me
gusta la vida y los amigos. ¿Qué hay de raro en ello?
Respeto
a todo el mundo pero, la vida y los amigos son un factor común de ésta sociedad
en la que vivimos que muy pocos encuentran de verdad.
Creo
que desde que comencé a escribir de pesca allá por los años 80 del siglo
pasado, he completado tantos artículos y algún libro que,
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Estas no volverán al río |
muy poco a poco, me
he dado cuenta de que uno no es nadie. Y la pesca, sin peces no es tal. Sin
agua, no somos nada y entre el cambio climático y la negligencia del ser humano
estamos terminando con la vida y los amigos porque hasta en eso nos enfrentamos
CON MUERTE O SIN MUERTE, vaya un dilema.
No
estaría mal que alguien tomase en conciencia esto y no se “vendiese por un
puñado de votos” que es lo que parece hacen hoy algunos políticos. Todo lo
dejan para las épocas electorales o por confusión como parece que ha ocurrido
con la normativa en época de elección de cotos para 2025. Qué pena.
Son
“gallos y espolones”. Unos alardean y visten sus mejores plumajes para engañar
por medio de la vistosidad que es la dialéctica brillante y las promesas a un
pueblo que agoniza por la dejadez y el egoísmo. Esos son los gallos del corral.
Otros,
con sus espolones van “clavando” las uñas dejando cicatrices que podrían llegar
a ser irreparables y piden que continúe lo de matar las truchas por comerse
tres o cuatro ejemplares que ESTÁN MÁS CONTAMINADOS que el aire que respiramos,
que también.
¿A
dónde vamos a llegar?
El
caso es que la pesca en España y en el mundo corre un gran peligro y solo nos
daremos cuenta cuando no haya remedio, ni recuperación. ¿Para qué sacrificar
dos, tres o cuatro ejemplares en una jornada de pesca? Esta es la polémica
organizada e interesada para PALIAR "una metedura de pata administrativa".
A
mis casi 74 años que cumpliré en julio, cada día admiro más la pesca y lo que
significa para mí pero, lamentablemente, cada vez tengo menos esperanzas de
volver a recuperar lo que ya he perdido aunque continúo saliendo al río con
ilusión de gozar una jornada más de pesca y lo hago con compañeros que pescan
CON MUERTE que no me parece mal mientras esté autorizado “desnucar” los peces
que indiquen en la normativa. Los años no perdonan y cada vez soy más cabezón
en mis ideas.
¿Y
los amigos? Estos cada vez son menos porque algunos se han quedado por el
camino y por la misma vereda vamos todos. Nadie se va a quedar para siempre,
por eso es bueno dejar ALGO a quienes nos precedan.
Es
cierto que amigos, amigos, se cuentan con los dedos de una mano y en la pesca
aún más.
Estoy
muy filosófico porque “se va sabiendo muy poco a poco quien es uno y, muy poco
a poco, que uno no es nadie”.
Que
me lo digan a mí que comencé siendo pescador escribiente de pesca admirado u
odiado dependiendo de qué y cómo lo contase, con reconocimientos e insultos por
uno y otro lado según se alabe o critique. Ahora vuelvo a lo que siempre me ha
gustado, LA PESCA, simple y llanamente aunque ya no me reconozco “ni a mí
mismo”. Es un decir.
¿A
qué pescadores no se les deja salir al río y se les manda para casa? No
entiendo nada.
Menos
mal que aún quedan “GALLOS Y ESPOLONES” y entre ellos sobreviviremos como esas
aves señoriales que aún pueblan algunos
gallineros, cada día menos, en La
Cándana y La Vecilla; en Campohermoso y Aviados; en Sopeña y en Boñar y sirven
para confeccionar artesanalmente esas moscas leonesas para engañar a las reinas
de nuestras aguas, a la singulares pintonas que nos ofrecerán su mejor “cara” cuando
salgamos de pesca o, simplemente, para disfrutar de la naturaleza que aún nos
resta en León y otros lugares de España.
La
pesca no es TRADICIONAL O SIN MUERTE, la pesca es pesca y, si una o varias
temporada “hay que cerrar el grifo “CON MUERTE”, cuando los ríos vuelvan a
reponerse de ejemplares se debería poner un cupo para llevar alguna para casa
pero no porque sí, sino porque los estudios de “campo” y los técnicos así lo
estimen oportuno porque las súper poblaciones, tampoco son buenas.
Y ahora, que pongan recursos a la NORMATIVA aunque la gran mayoría está pensando en lo más próximo, LA
XXVII FERIA DE LA VECILLA, punto de encuentro ante el inminente inicio de la
temporada de pesca para 2025.