LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona...

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martes, 17 de junio de 2025

MIS RINCONES FAVORITOS: El río Cea


Coto  desconocido para la mayoría de los pescadores…

En pleno Camino de Santiago, truchas, cangrejos, paisaje, gastronomía…


Se recomienda pescar a cucharilla, leonesa con dos o tres moscas y mosca seca, aunque existen muchas dificultades para el lance

Las orillas, salvo algunos tramos, suele estar repletas de arbustos y maleza

“Las sorpresas” suelen ser piezas de buen tamaño

 

Texto: Eduardo García Carmona

 


El río Cea es uno de los más importantes reductos o paraíso natural para la trucha común. Este río posee un acotado ignorado por muchos pescadores pero, sin lugar a dudas, es uno de los  más trucheros y con mayores defensas naturales. Este tramo acotado es de los pocos que existen en nuestra provincia, donde el hábitat arropa y cuida el subsistir de la trucha dándole refugio casi inalcanzable para el humano, pese a la disminución alarmante de caudal durante el verano. Es difícil, incómodo y a veces impracticable para pescar, pero ahí radica su encanto. Es coto para "pescadores" que sepan aprovecharlo y gozar en sus aguas.


Son muchos los tramos donde es casi imposible el acceso directo al río, incluso en verano cuando las aguas son más bien escasas dependiendo del tramo. La naturaleza es tan sabia que  el curso del río forma, cada pocos metros, grandes pozos donde casi no se puede entrar. Es aquí donde “la reina de nuestros ríos” tiene uno de los últimos refugios de nuestra provincia. Las aguas se encuentran franqueadas por maleza, arbustos, todo tipo de vegetación y zarzas, cerrando el hueco del curso fluvial. Seguirá siendo así mientras los humanos se olviden de meter máquinas para destrozar el entorno de este paraíso, como ha ocurrido en otros de nuestra geografía provincial.

Las dificultades orográficas existentes hacen muy difícil el arte de la pesca a caña. No es recomendado para principiantes y amigos de lo fácil. Existen zonas abiertas donde se puede practicar la pesca con mayor comodidad.


Se recomienda pescar a cucharilla, ojo de UN SOLO ANZUELO. A este arte se obtienen buenas capturas, aunque hay que saber manejarla hábilmente para no dejarla en las ramas de los árboles, arbustos y malezas, que tapan las orillas del río.

La pesca a mosquito ahogado trabajándola bien, da buenos resultados y se hace muy bella para el aficionado que tenga arte en el manejo de caña y el lance. Se aconseja pescar con caña corta y pocos mosquitos en la cuerda, dos o tres al máximo, donde no debe faltar una saltona común o una “Charli”.


En veran
o se recomienda pescar con una saltona, un carne y un salmón, sin rastro y siempre haciéndolo aguas arriba.

El arte que mejores resultados da es la mosca seca, sobre todo si se sabe manejar bien la cola de rata y no se “patea” el río. Por lo general las aguas bajan verdosas y pocas veces claras y la trucha es fina y luchadora.

La anchura del río  no pasa de los cinco metros en muchos casos, aunque en otros tramos, los menos, llega a diez metros.


Las mejores zonas de pesca se encuentran en el comienzo
, desde Carrizal a Villamorisca.  Desde Quintanilla de Almanza al final del coto, también existen tablas con aguas rápidas y otras donde se remansan. Hay buenas caídas, raseras y pozos. Aquí se puede pescar a cualquiera de los artes permitidos, con garantía de éxito. Los "serenos" suelen ser muy buenos donde las saltonas son claves.

La zona con mayores complicaciones para el pescador, se encuentra entre Villamorisca y Quintanilla de Almanza, donde el río se cierra totalmente, encontrando el aficionado pocos lugares para el lance, al menos a mosquito ahogado y mosca seca. Aquí el arte a practicar es la cucharilla. Llegando ya al puente de Quintanilla, se encuentran tabladas donde realizar más cómoda la tirada.


El coto del Cea es una maravilla
para el pescador que lo sepa pescar pero es a la vez, uno de los menos visitados por los pescadores de León, salvo los de las zonas próximas y de Guardo (Palencia) que disfrutan, por su proximidad, de jornadas de auténtica belleza en contacto con la naturaleza y  sienten los portentosos tirones de los buenos ejemplares de trucha común que abundan en sus aguas.


Existen buenos pasos para cruzar el río de forma natural y varios puentes en la Vega de Almanza, Quintanilla, Villamorisca y Carrizal. A uno y otro lado del río hay hermosas praderas y buenas tierras de cultivo.

Encontraremos lugares para dejar el coche a la misma orilla del río y buenas sombras para cobijarse de los rayos del sol.


Y por medio, EL CANGREJO SEÑAL, que “haberlos, haylos” y de buen tamaño.

En ésta época del año cuando más aprieta el calor es fácil encontrar entre las piedras algunos cangrejos que, sin falta de retel, pueden acabar en la sacadera o en la mano de los aficionados.

No es difícil verlos en las zonas de ocas pero, tampoco, en zona más abierta junto a las piedras, o sea que en pozas, no digo nada. La muestra la tienen en las fotografías.


Ir a pescar el coto del Cea es tener la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y la pesca en el más amplio sentido porque, además del Camino de Santiago y todo el paisaje agreste de tierra de Campos, se convierte en belleza natural junto con el paisanaje, la cultura monumental y artística, los museos, sin olvidar la más exquisita cocina tradicional. Existen muy buenos/as “fogoneros/as” en toda la zona y no se olviden de los “puerros de Sahagún y comarca”.


Además del tramo acotado, existen otras zonas de pesca interesantes porque hasta Villaverde de Arcayos el interés por la pesca de la trucha persiste, aunque poco a poco se van perdiendo zonas y el río comienza a estar más abierto, atravesando la llanura. Desde aquí y hasta Villaselán  y Santa María del Río, el Cea ofrece buenas tablas para el lance, aunque la trucha comienza a escasear. Otras especies comienzan a ser más importante en número que la “reina del río”. Barbos, bogas y lucios compiten por el hábitat, también convive el cangrejo.


Cuando el río saluda el Castillo de Cea y se dirige hacia Villamol, aproximándose a Sahagún, comienza a ganar en caudal, gracias a las aportaciones de los sobrantes de riego. Esta zona, perdida prácticamente hace unos años para la práctica de la pesca, ha vuelto a resurgir y son muchos los aficionados que han vuelto a pescar gracias a las buenas capturas que se consiguen de lucios y barbos, pero también algún otro buen ejemplar de trucha. Es la zona más amplia y ancha de un río que ofrece un color amarronado a lo largo de todo el año.


Pasando San Pedro de Dueñas y Galleguillos de Campos el río Cea se despide de la provincia de León y casi se da la mano con otro río que baja en paralelo desde la misma zona de la montaña leonesa: el río Valderaduey.

lunes, 26 de mayo de 2025

MIS RINCONES FAVORITOS: COTO DE RIOSECO, río Luna (León)...



Donde el río Luna
se despide de montañas y llega al llano para convertirse en Órbigo

 Muchas pequeñas junto a un  “truchón”

  

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


Hacía tiempo que no volvía a pescar a éste escenario de pesca en el río Luna (León) y el coto de Rioseco con una climatología excelente para la pesca y el río en buenas condiciones de pesca no defraudó demasiado a dos aficionados que nos acercamos a pescar el coto, Benito Lozano y quien esto escribe.


La suerte fue dispar. Mientras Benito pescaba a ninfa, me dediqué a observar el río y verle a él en acción. A ninfa no hizo nada, dos “enanas para criar”.

A eso de las 12,30 comencé a pescar a mosquito ahogado o pesca a la leonesa: de saltona, “la charli”; un lila con brinca avellana; oro viejo; "la carmonina" y un butano flor escoba de rastro. Me llevé tres a la mano: dos al lila y una al oro viejo pero la que más medía unos 20 cms.


Mi mosca no funcionaba y el rastro tampoco. Cambié "la carmonina" por la negreta, y el butano por la sarnosa hembra. Otras cinco más que conseguí entre el negro el lila y el oro viejo.  La negreta me dio dos bastante buenas, sobre los 22 centímetros. Tampoco funcionaba la sarnosa y la quité.


Caía mucha saltona común pero como no se veía que la tomaban en superficie, continué con lo que llevaba en la cuerda. Dos buenos “sustos” me hicieron estar en guardia y las dos a “la charli” y muy buenas pero con los anzuelos sin muerte es lo que hay, se quedaron para criar que era mi intención porque repito, AUNQUE EL COTO ES CON MUERTE, yo pesco y las devuelvo.


Cuando estábamos de retirada y mi compañero no había hecho nada, salvo algún tirón, me dio por lanzar a una tabla en la que había visto una cebada. Primero que tocó una y, a continuación, enganché un “pepino” que a la postre dio cerca de 50 centímetros y no entraba en la sacadera de Benito que, me ayudó a sacarla del agua tras dura pelea y dos intentos de introducirla en la  misma, casi se va a criar. Después pude comprobar que la negreta era la mosca que tenía en la boca y el anzuelo estaba algo abierto. Poco más y  la pierdo.


El abuelo Benito, es el abuelo y tenía ganas de llevarla para casa. No le quité el capricho y que a sus 83 años la deguste con ganas. Fue por ti Benito y buen provecho.

UN BUEN TRAMO 

Desde Selga de Ordás hasta Rioseco de Tapia el río Luna muestra su grandeza sobrevenida por las aguas de muchos arroyos y arroyuelos que desde Babia van conformando un gran río que pocos metros después de Santibañez de Ordás se une al río Omaña para formar uno de los ríos trucheros más afamados de España, el Órbigo, el río de los mosqueros.


No hace tantos años entrar en el tramo final del río Luna, era entrar a pescar en un río que tiene una singularidad muy especial. Dos embalses hacen que se transforme en algo totalmente distinto. No es río de montaña, ni de llano, por estos lares. Sus aguas, no demasiado caudalosas en invierno, tienen luz propia, reflejándose el verdor de los muchos prados que atraviesa, los arbustos de la montaña baja o las choperas que le acompañan en la orilla. El poco caudal deja ver al pescador las piedras de su lecho y el verdor de las ocas, si el caudal es corto debido a los desembalses.


Las truchas de Rioseco tienen la peculiaridad de que son de buen tamaño y muy vistosas. Sus pintas muestran la belleza natural de nuestra singular trucha común.

El curso del río, en este tramo, se rompe en mil pedazos, creando infinidad de brazos e islas. Cuando sus aguas se vuelven a unir, el río baja más poderoso, pero es precisamente en los brazos formados, donde el pescador se recrea pescando con habilidad y tiento, como si en un río de montaña estuviese.


La trucha tiene grandes defensas entre las piedras del fondo, los raizones, ocas y cuevas existentes en el curso. Así siempre la trucha de Rioseco tuvo esa cualidad de ser fuerte, bella y admirada por el pescador. Esa trucha todavía existe en Rioseco aunque son  escasos aquellos hermosos ejemplares que se pescaban hace unos años y que sobrepasaban, en ocasiones, el kilo de peso.

LA ENFERMEDAD Y SU REGENERACIÓN


Casi sin darse cuenta nadie llegó la enfermedad de la Saprolegnia (entre finales de los 80 y 90 del siglo pasado) y echó por tierra las esperanzas de muchos pescadores. La virulencia de la enfermedad fue tal, que pocos podrían pensar que después de unos años, el coto se podía recuperar como lo hizo.


Rioseco tardó varios años en recuperarse de la mucha presión pesquera y del furtivismo. Existían muchas “mafias” para vender las truchas en bares y restaurantes, especialmente de Madrid.

En la actualidad, hay que vigilar más los vertidos ya que las aguas residuales de los pueblos, sin depuradoras funcionando mayormente, van a parar donde  siempre, así como las aguas utilizadas para el riego las cuales, una vez cumplida su misión, vuelven al cauce normal del río, con abundancia de insecticidas, herbicidas, abonos, etc.


Cuando las ocas comienzan a florecer se cubre el cauce de un manto blanco y amarillo, que hace casi imposible la pesca, pero que sirve de refugio y comederos para las pintonas con canalillos ideales para los mosqueros.

Rioseco ha vuelto a ser un coto de categoría, pese a los altibajos que sufre constantemente y es uno de los cotos favoritos de los mosqueros de todo el uno. En sus aguas no es difícil encontrarse a pescadores extranjeros especialmente franceses.


MEJORES ZONAS DE PESCA Y MOSCAS RECOMENDADAS

La parte superior del acotado, aguas por debajo de embalse de Selgas, tiene unas tablas hermosas donde practicar el lance para, una vez llegados al puente de Tapia de la Ribera a Selga de Ordás, encontrar un lugar paradisíaco, muy cerrado por la vegetación de orilla y que nos deparará muchas sorpresas agradables. Es difícil de caminar pero, muy bueno para la pesca. El río, a continuación, se abre presentando tablas hermosas para el lance, con total comodidad. Es más, se puede cruzar a la otra orilla, gracias a una rasera muy ancha que lo permite. Después, las tablas se suceden. Unas veces son de aguas rápidas, otras se acomodan y se duermen, pero todas ellas poseen abundante vegetación acuícola.


Después de unos 800 metros, llegamos a una de las mejores zonas del acotado. El río se topa con una inmensa pradería que sirve de cobijo para los pescadores y sus familias. Es la zona donde más coches nos encontraremos, especialmente en verano, y se encuentra un poco por debajo de Tapia de la Ribera. Frente a la pradera el río ofrece una hermosa tabla, después una buena rasera en caída hacia otra tabla, otra rasera y así hasta llegar a una curva donde el Luna choca con una gran roca y forma un pozo precioso donde las sorpresas pueden ser abundantes.


El río se vuelve a cerrar a causa de la vegetación de orilla, pero no por ello dejaremos de pescar con garantías. Tabla tras tabla, rincón tras rincón, rasera tras rasera, hasta que llegamos a Rioseco de Tapia, otra buena zona de pesca, o al menos de las más visitadas. Las mejores oportunidades de pesca están frente al pueblo. Otros eligen la zona más baja del coto, hasta llegar al puente de Santibáñez de Ordás.


Todo el acotado es bueno, sólo hay que tener suerte con el día, el caudal y que las pintonas quieran entrar pero, el paraje es ideal.

El límite superior  está en la misma cabecera del embalse de Selgas, siendo el límite inferior el Puente de Santibánez a Santa María de Ordás. La longitud del coto de Rioseco es aproximadamente de 4,5 kilómetros. Siendo la distancia desde León de unos 40 kilómetros.


Las vías de comunicación son muy buenas. Desde León capital, se pueden acercar los pescadores por dos caminos. Por un lado, la carretera de Caboalles hasta Camposagrado, para allí coger la desviación para atravesar el pinar y bajar “el 18” hasta Rioseco de Tapia. Por el otro, si quieren ahorrar unos kilómetros, también se puede ir por la carretera de San Andrés del Rabanedo hasta Villanueva de Carrizo y de allí hasta Rioseco de Tapia.


Las moscas recomendadas para pescar en este tramo acotado, dependiendo de la época del año, suelen ser tricópetros de diferentes modelos. Particularmente, siempre comienzo con uno negro en verano o con uno “oreja de liebre”. Las moscas carninas y salmones dan muy buen juego así como las ninfas o perdigones de todo tipo, especialmente la culiroja o la gasolina.


En mosca a la leonesa
, dependiendo de la época a pescar, se pueden utilizar cuerdas con el sangre de toro, paja vieja, tabaco rojizo, verde aceituna y el pardón, a comienzo de temporada y pasar a tonalidades más claras de moscas según transcurra la temporada de primavera a verano: hormigas de ala blanca, la negreta, salmón claro, garbanzo, amarillo, verdín, sin olvidar las saltonas.



lunes, 19 de mayo de 2025

Mis rincones favoritos: COTO DE VEGAQUEMADA, río Porma (León)...

 



VEGAQUEMADA “cielo o infierno”…

Todo depende del agua que suelte el pantano del Porma

Tiene abundante trucha y de buen tamaño pero mi “cuadrilla” tuvo una jornada pobre de pesca

Lo mejor la comida en Restaurante Casa Inés de Boñar Y ENCONTRAR el móvil y la cartera con la documentación, tras dejarlo encima del coche

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


Llegando a la localidad de Lugán, la mirada del automovilista gira a la derecha para ver el río Porma a su paso por la zona siempre cuando la arboleda te deje divisarlo si no, unos metros más adelante coronado un pequeño repecho con curva a la izquierda sentido Boñar, llega una extensa planicie con hermosos prados, choperas y tierras de labor y, a lo lejos, podremos comprobar el estado del río. Existe una pequeña presa de donde sale parte del agua para la capital del antiguo reino.


Sobresaliendo, en el horizonte, se encuentra la iglesia de la localidad de Vegaquemada,  que da nombre al coto, con una torre esbelta y bella  mandada construir por uno de los hijos del pueblo, “Don Pablo” que hizo fortuna en tierras de Méjico creando la multinacional Corona y Coronita, después de salir de León donde era “guardia municipal”.

Vegaquemada es un pueblo acogedor y variopinto. Tiene un buen trazado urbanístico, donde sobresalen las grandes mansiones y casonas, junto a las típicas casas de siempre.


Vegaquemada
es visitada en la época estival, por multitud de veraneantes llegados de todas partes pero, especialmente de Asturias y Madrid.

Es normal encontrarse al habitante de esta población con el semblante bonachón, la boina calada y el cigarrillo en la boca, sin olvidarnos de la vara para arrear las reses, mientras que la juventud, especialmente en verano, pasea en bicicleta en pantalones cortos o traje de baño. El moreno de la piscina, las camisetas de colores y la vestimenta de los turistas, contrasta con la indumentaria tosca de la montaña leonesa, dando aire de "ciudad" a un pueblo que en invierno parece otro distinto.


A las afueras de Vegaquemada, dirección La Ercina, atraviesa el río Porma otras tierras  saludando con el frescor de sus aguas las instalaciones de la piscina Municipal y el camping asentado en los terrenos próximos del antiguo campamento juvenil que está cerrado desde hace años.


En la localidad de Vegaquemada se dan cita buena parte de los pescadores que eligen este coto para pescar. Otros, se acercan a Palazuelo de Boñar, al comienzo, a la altura del puente que va a La Mata.

Hace unos años, este coto, era de lo mejor de la temporada truchera. Ahora, se puede decir que es un coto interesante, aunque el éxito de la pesca, además “del indio y la flecha o pescador y caña”, dependerá del agua que se suelte en el Pantano del Porma o de Vegamián como venimos recordando. Los mejores meses para pescar son Abril y Mayo o la recta final de la temporada hasta el 15 de Octubre.


POBRE JORNADA DE PESCA Y MEJOR COMIDA CASERA EN CASA INÉS

Entre tres pescadores conseguir llevar a la mano tres truchas es un pobre, muy pobre bagaje pero, comprobando como estaba el día climatológicamente con nubes que


amenazaban tormenta pero, sobre todo, con abundante caudal y aguas muy frías, lo cierto es que con las capturas a la mano y las que se escaparon que fueron otras pocas, uno se da por contento por haber estado disfrutando en plena naturaleza y con los amigos.

Antes y después de la jornada de pesca llegó lo mejor.


En Boñar, en la cafetería Viejo habíamos quedado con Pedro Sienes y con Miguel Iglesias que nos adelantaron las jornadas del mes de finales de mayo que organizan en la localidad de las que informaremos cuando dispongamos del cartel.

A Boñar volvimos a comer pero antes, a volver al río porque quien escribe esto se había dejado el móvil y la cartera con dinero y toda la documentación, encima del techo del coche. El móvil estaba en el mismo sitio donde la
Aquí, Benito, encontró la moneda

había dejado y curiosamente, no se había caído en el trayecto del camino del río hasta Boñar. La cartera, con toda la documentación y el dinero, no estaba. Cogimos mi coche y volvimos al lugar donde nos habíamos quitado el vadeador y el resto de la ropa. Por el camino de tierra apareció LA CARTERA. Qué alegría por la documentación especialmente.
Al final, ha sido un gran día que comenzó con una moneda de cinco euros, al bajar del coche cuando aparcamos, y finalizó con la buena suerte que trae el encontrar una moneda.

Estuvimos visitando a Ana Mari, en Casa Inés
, restaurante y pensión junto a la carretera general, familiar por más señas de nuestro amigo Chingli. Allí nos brindaron una suculenta comida a base de morcilla de

Sabero con manzana asada, deliciosa y de segundo, unos carrileras y otro, cachopo. Los postres caseros, tarta de queso y flan. Una delicia. Recomendado porque si la calidad, cocina casera, casera es de pasada, el precio es excelente para ser menú del día, domingo, 15 euros, incluida bebida y cafés.


LAS MEJORES ZONAS DE PESCA DEL COTO DE VEGAQUEMADA

Comenzando por el final del coto, la zona baja de este tramo, hace unos años, ofrecía grandes tabladas para pescar aunque desde la construcción de la presa de la traída de aguas a León, no se puede pescar. A poco más de un kilómetro de esta presa se encuentra el puente de Vegaquemada. Las buenas  zonas de pesca se  suceden hasta llegar a la tablona frente al Campamento, lugar más frecuentado de todo el coto, tanto por aficionados como por visitantes y veraneantes, que se agrupan en la amplia pradera existente.


Esta gran tablada tiene buena trucha, aunque es más difícil de sacar, a causa de la gran "romería" de gente que pasea por la orilla en los meses de verano. Es una tabla excelente para pescar a cualquier arte, aunque nuestra recomendación es la mosca seca. Pasado el puente, las buenas zonas de pesca continúan. Después, el pozo del "árbol", con mucha profundidad y trucha grande. Tanto la entrada como la salida, es muy buena. Más arriba, nos encontramos con buenas tablonas para pescar, con aguas “vivas" y donde gran parte de los aficionados consiguen parte de las mejores capturas.


Llegados al coto, el pescador ya tiene una buena sombra para cobijarse y refrescarse en una fuente que va a caer al río después de hacer reguero bajo la chopera. Unos metros más arriba, el Porma se rompe en dos brazos. Por la parte derecha, y ya próximos a Palazuelo de Boñar, el Porma recibe las aguas del arroyo de La Losilla y San Adrián.


A continuación, la gran tablona del tramo acotado, "la tabla del guarda" en honor al señor Burón. Es famosa esta zona por la anchura que tiene el río y lo cómodo de pescar. Es buenísima para los especialistas de mosca seca, por la abundancia de "ocas". Los pasillos, entre estas, son buenísimos para posar la mosca con efectividad. Al atardecer y al sereno, esta tablona es de lo mejorcito del coto, sobre todo la orilla de la derecha que se encuentra repleta de maleza e imposible de pasar, que sólo se  puede pescar aguas arriba metidos por la misma orilla con el vadeador. Ojo, con las zonas fangosas y de arenas.

Pasado Palazuelo el río se vuelve a romper en dos brazos, y en ambos, se suceden los rincones, caídas y tablas para pescar cómodamente, en unos y con mucha dificultad, en otros. A las zonas despejadas suceden las cerradas con mucha vegetación. La zona más alta del coto, la del puente de La Mata de la Riba, es otra donde el Porma ofrece oportunidades múltiples al pescador y donde la trucha tiene muy buenos cobijos. Los ejemplares capturados aquí son de muy buena calidad y peso. Es increíble la cantidad de oportunidades que ofrece este coto.


Es fácil elegir zona de pesca en este tramo acotado que tiene una longitud de 6,5 kilómetros porque, la mayoría es buena para pescar siempre dependiendo del agua que suelte el pantano del Porma o Vegamián.

El límite superior del coto, se encuentra en el puente de La Mata de la Riba. El límite inferior, está situado en el kilómetro 31 de la carretera de Puente Villarente a Boñar, en el salto de agua existente en la zona de Lugán.


La anchura media del cauce es de unos 30 metros. 

Este coto ya no es el mismo desde que se jubiló el anterior guarda, Fernando.