HASTA EL 15 DE DICIEMBRE DE 2025, presentación de solicitudes...
8 Enero 2026 SORTEO, a las 12 horas
Elección de permisos a partir del 19 de enero de 2026
Más información en el cuadro adjunto...
El mayor número de kilómetros de ríos trucheros,3.000,los tiene LEÓN. El aficionado a la pesca podrá probar fortuna a TODAS LAS ARTES DE PESCA. En este Blog les ofrecemos la oportunidad de conocer cada rincón de los ríos de la provincia de León y otros lugares de España y el mundo, como llegar a ellos y como disfrutarlos, utilizando los mejores señuelos, en cada río y época.
HASTA EL 15 DE DICIEMBRE DE 2025, presentación de solicitudes...
8 Enero 2026 SORTEO, a las 12 horas
Elección de permisos a partir del 19 de enero de 2026
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Texto y fotos: Eduardo García Carmona
La temporada de pesca llega a su fin en la Comunidad Autónoma de Castilla y León si bien la regular finalizó el 31 de julio, se prolongó en algunos tramos hasta el 31 de agosto, mientras que en los ríos regulados se "baja el telón" el 19 de octubre.
Se ha notado bajón de ejemplares, según los aficionados, en algunos tramos de pesca regulados caso de cotos como
Los aficionados cada temporada acuden más a los tramos libres de pesca y llegan a comentar que hay más ejemplares que en las zonas acotadas. Curioso, ¿no?
Habrá que esperar al último domingo de marzo de 2026 si es que no se pueden aprovechar los días que restan.
A quien se le ocurre quitarla del mes de junio, el mejor mes para pescar y conocer León y provincia. En la SEMANA TRADICIONAL participaban más de 300 pescadores entre fase concurso y libre y la tenido que pasar al mes de Octubre y "por etapas" para finalizar cargándosela.
Allá ellos.
Ahora, a esperar la SOLICITUD DE COTOS para entrar en el sorteo de 2026, solicitud que se podrá realizar a partir del mes de diciembre.
Mis primeras carpas y carpínes…
En 1953 la Carpa Royal es introducida por el Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza, en el embalse de Encinarejo de Andújar Las Lagunas de Ruidera (Ciudad Real) (Jaén) y en Las Lagunas de Ruidera (Ciudad Real)
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
La pesca de la carpa común o royal y del carpín dorado o anaranjado, en Canarias, es una gran desconocida para la gran mayoría de los aficionados isleños. Sabedor de que algunos se dedican a pescarla en los embalses que existen en el centro y sur de Gran Canaria como los de Soria, Chira, Las Niñas e incluso otros más pequeños como el de Los Pérez, me dispuse a realizar una prueba intentando pescarlos, además de a cebo, a mosca y estreamer.
He pescado carpas una vez en mi vida. Fue en tierras leonesas, concretamente en El Bierzo, y para
Mis dos compañeros de aventura, Juan Moreno Tascón y Gerardo García Merino al igual que yo lo probamos todo con tal de sacar alguna carpa pero, no entraron ni siquiera a “higos” recién cogidos de una higuera próxima. Desde entonces mis cañas nunca más sirvieron para intentar pescar este pez, ni allí, ni en ningún otro lugar, hasta que llegué a la isla de Gran Canaria.
En los ocho años que estuve viviendo en las islas afortunadas he pescado un poco de todo: viejas, sargos, besugos, jureles y mil especies más que existen en las aguas que rodean esta isla. Me estoy animando a acudir a otras como El Hierro y Fuerteventura, de las que me hablan maravillas. No me olvido, ni olvidaré, a mis ríos de León y a la “singular pintona”, la reina de aquellas aguas. Curiosamente, resulta que del agua dulce pasé al agua salada y como si el agua dulce me persiguiese he vuelto a pescar en ellas aunque no en un río, si no en el embalse de Los Pérez, de la Comunidad de Regantes del Norte de Gran Canaria, situado en un lugar con una naturaleza espléndida, llena de vida y color.
El mar se puede ver desde la zona de la cumbre, en la que nos encontramos, montaña y pinar que nos adentra en el océano abriéndose al valle de Agaete entre riscos y montañas volcánicas, entre desniveles increíbles que producen vértigo, entre pinares que invaden con su presencia y aroma, la vista y el olfato. Es el pinar de Tamadaba que fue sustento para moradores de estos lares y devoción con “La rama” o “enramá”, como la llaman en otros lugares de la península, para las gentes del valle de Agaete el día de la fiesta grande. La fiesta de La rama se celebra a primeros del mes de Agosto. Se trata de uno de los más claros ejemplos de fiesta aborigen de la isla. Todo gira sobre el mito del agua y el sexo. Los guanches pedían agua y fertilidad al cielo bajando desde el pinar de Tamadaba ramas que llevaban hasta el mar golpeándolas contra las aguas, al ritmo de música y baile. Esta fiesta congrega a miles de canarios llegados, incluso de otras islas.
Más allá del pinar y el valle, aguas adentro del Atlántico, entre nubes, casi palpamos el Teide, ¡alucinante! La isla de Tenerife, en días claros, está a “tiro de piedra”. En barco se llega en 60 minutos. Con la imaginación y la vista, en segundos.
La
carpa común o royal y carpín dorado o anaranjado es lo que menos esperaba
encontrarme en Gran Canaria. Tampoco podía salir del asombro cuando mi amigo
Arcadio, de Agaete, me llevó a conocer la montaña próxima a esta localidad, o
como dicen aquí: la cumbre y el pinar de Tamadaba, que se encuentra a 1.444
metros de altitud. Una carretera empinada y estrecha como la mayoría de las
carreteras de montaña de la península. Curvas y más curvas y, al final, un
pequeño embalse seguido de otro, por encima de éste.
Realizadas
las pertinentes gestiones en el servicio de pesca canario para tener licencia
de pesca en regla, nos lanzamos a la aventura de la carpa.
Primero
había que conocer a nuestros protagonistas: carpa y carpín, por lo que había
que documentarse y me encontré sorpresas interesantes.
Sobre los cebos idóneos para pescar la carpa, poco hay escrito. Cada pescador tiene su cebo favorito y según la zona de la península o las islas Canarias, se utilizan unos u otros. Hemos probado pescarlas a mosca, aunque lo normal es hacerlo con maíz, patata cocida sola o cocida con anís, patata cocida con azafrán, trigo, pan, todo tipo de peces pequeños, boquerones, gobios, colas de cangrejo, hígado freso…un rosario de diferentes cebos y a todos entran.
Del
carpín dorado o anaranjado se tienen menos referencias. También procede de Asia
y se encuentra en aguas de todo el mundo.
Existen
multitud de variedades ornamentales de diferentes formas y colores, si bien
como pez pescable, la primera referencia data 1758.
Este
pez, al igual que la carpa, vive en aguas estancadas o de corrientes débiles,
en remansos de ríos, charcas, embalses y lagos. Prefiere fondos cenagosos y
abundante vegetación sumergida. Es muy resistente a las temperaturas elevadas
del agua y la escasez de oxígeno.
En
la jornada de pesca que les relato, he intentado pescar con tres moscas
diferentes: estreamer de color naranja, poco plomado; tricóptero confeccionado con pelo de ciervo y una mosca
común, especialmente confeccionada para esta ocasión por el montador y amigo,
Paco Redondo, de Peñaranda de Bracamonte
(Salamanca), formaban la terna o banco
de pruebas para pescar carpas en Canarias. Lo intenté de todas las formas:
individualmente, por parejas y en trío con boya. No hubo manera de engañar a
las carpas o los carpines.
A fondo, dejando bajar el estreamer y manteniéndolo con pequeños movimientos o tironcillos. Con estreamer y tricóptero, uno a fondo y el otro por encima, a unos 50 centímetros. Tampoco. A imitación de mosca común, flotando. Menos. Las tres moscas juntas, formando una cuerda donde el estreamer era el rastro sumergido. Menos aún.
Después
de tanta probatura y tan poco éxito, el tedio pudo conmigo viendo como mi
compañero de pesca, Daniel González sacaba con cebo de maíz cocido, una
tras otra y, también, carpines. Cansado de hacerle fotos decidí cambiarme al
cebo maíz.
Desde
la orilla de embalse, Dani me anima. Me deja libre el recodo donde él se
encontraba pescando y decido probar suerte.
En lugar de engodar la zona de pesca, lo hacíamos para que los patos nos dejasen pescar. Así fue como pude conseguir mis primeros ejemplares de carpas y carpines.
Cuando
la carpa toma el señuelo los tirones son secos y continuos. Cuando el
señalizador se hunde completamente, un simple giro de muñeca hacia arriba y la
pieza queda enganchada al anzuelo. La primera sacudida es la que más se nota.
El pez intenta meterse hacia el fondo del embalse. Busca refugio, aunque poco
puede hacer ante un buen carrete e hilo del 28. Cuando la carpa está próxima a
la orilla y las piedras o maleza están próximas, el pez vuelve a intentar
soltarse. Es el final de la lucha.
Mientras comemos la merienda y los patos nos persiguen en busca de alimento, dejamos las cañas pescar solas. Poco nos dejan degustar la tortilla de patata porque una caña está con el puntero doblado hacia el agua. Los tirones se suceden. Hay que acudir a la carrera para sujetarla y que no caiga al agua. Primeros
Había que doctorarse en la pesca de carpas y carpines y tuvo que ser en Canarias, que le vamos a hacer.
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
Conocía
esta premisa que acabo de exponer en lo que los canarios llaman “la península”.
Aquí, en la isla de Gran Canaria, donde residí unos cuantos años, la
situación es prácticamente la misma que en cualquier aldea de Galicia,
Asturias, Castilla o León, por poner tres ejemplos de las zonas que más
conozco.
La
poca vida que resta en muchos pequeños núcleos de población que aún existen,
sus gentes se dedican a la agricultura y la ganadería. Las plantaciones de
patatas, “las papas”, están en la orden del día. También viñedos y árboles
frutales varios, predominando el almendro, naranjos, olivos y aguacates, aunque
lo que más predomina y se hace parte del paisaje son las chumberas o
tuneras, Aloe Vera, pitas, y palmerales,
muchos palmerales que permanecen como testigos en sus cauces…y los barrancos
que en el camino que une La Plata con los Cercados de Araña, son impresionantes
con las presas de Chira, Las Niñas y Soria como testigos.
El
lugar es paradisíaco, como se puede comprobar en las fotografías. Las
comodidades, todas: agua corriente, luz eléctrica…Vamos, por mi mente nunca se
me hubiese ocurrido pensar en todo esto, viendo por donde transitábamos y lo
que dejábamos detrás.
Escaleras
que subir fue lo primero que nos encontramos, después el patio. Frente a éste,
la cocina. Al otro lado, una habitación amplia con cama matrimonial, litera,
sofás, armarios y hasta televisión. Subiendo, frente al patio, y hacia la
derecha, otra habitación, más o menos con similares características de
amueblamiento. Eso sí, blanqueadas como antiguamente se hacía en todas las
casas, con cal.
La
presa, aunque mucho más baja de caudal que cuando estuve la anterior vez,
estaba perfecta para pescar, aunque hacía un poco de frío.
Manuel
y yo montamos nuestras cañas de mosca seca para pescar con poppers y
estreamers. Luis y Cayetano pescarían a spinning. Pedro y Santiago, serían los
encargados de documentar lo ocurrido y ayudar.
Fue
una hora de pesca, pero con mucho disfrute. Quien más, quien menos sacó y
devolvió otra vez a las aguas, de diez a doce piezas.
De
vuelta a La Cueva y por el mismo sendero que con la oscuridad se convertía en
más hermoso.
Después,
terreno despoblado y, prácticamente, sin vegetación hasta coger el sendero
hacia La Cueva donde la hermosura de una noche estrellada se mezclaba con los
puntos de luz de las diferentes cuevas y casitas y, al fondo, la mayor de las
presa de la isla, la de Soria.
Lanzando el popper
Había
que preparar la cena y mientras unos pelábamos patatas, otros preparaban
embutido llevado desde León, ensalada, etc.
Al
calor de la mesa y un buen vaso de vino de la tierra de Tirajana, se comenzó a
hablar de proyectos futuros, no muy lejanos. Ellos, ya están trabajando en la
agricultura sostenible y, además, de plantaciones de almendros, viñedos,
olivos, naranjos y otros árboles frutales. Tocaba turno para hablar de un
futuro de desarrollo sostenible, de la zona de San Bartolomé de Tirajana, por
medio del turismo y la pesca. Hay que aprender a explotar la