SALMO TRUTTA FARIO

SALMO TRUTTA FARIO


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Text0o y fotos: Edurdo García Carmona.
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La trucha común es la especie predominante de los ríos leoneses.
Se encuentra, no solamente, en todos los ríos de montaña, sino también en las zonas bajas, donde vive en competencia con el barbo y otros ciprínidos y donde el colonizador y depredador lucio pretende arrebatarle su hábitat.
El colorido de la trucha leonesa varía de un río a otro, así como su talla.
La trucha del Órbigo puede considerarse como una variedad de la común, caracterizada por la ausencia casi total de puntos en la aleta dorsal, la cabeza pequeña en relación con el cuerpo y las grandes tallas alcanzadas en cortos periodos de tiempo. Los huevos de estas truchas son de excepcionales dimensiones, alcanzando los 6 milímetros de diámetro.
Caso opuesto al Órbigo es el río Duerna, donde la trucha alcanza cortas dimensiones, caracterizándose los ejemplares adultos por gran cabeza en comparación con su cuerpo pequeño. Por el contrario, el colorido es muy vistoso y los puntos rojos de su cuerpo hacen que esta trucha sea hermosa en su librea.
Aunque muchos autores hablan de la pureza de la raza autóctona, lo cierto es que en los ríos de León son escasas las poblaciones. Existen muy buenos ejemplares, con características autóctonas salvajes, en ríos como el Omaña, Tuerto y Luna, aunque la mayoría de los cauces han sido repoblados con trucha mezcla de ejemplares centro europeos con sangre salvaje de machos de estos tres ríos.

Con los avances actuales, los nuevos estudios genéticos que se están realizando, así como los hidrológicos y poblacionales, por cuencas, están haciendo posible que en la Piscifactoría Experimental de Vegas del Condado, se estén consiguiendo líneas de truchas autóctonas, con las características genéticas de cada río.
El conseguir esto en un futuro, no lejano, radicará el futuro de los ríos de León.