LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona...

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martes, 21 de diciembre de 2021

Después de dos años de penuria pandémica, PESCARMONA51 y CÓMO PESCAR EN LEÓN, os desea 

lo mejor para estas FIESTA NAVIDEÑAS y lo mejor para 2022 y siempre...


Que el río sea tu entretenimiento y distracción no tu "almacén de alimentos"...

Disfruta de la naturaleza y RESPÉTALA...!!!


lunes, 12 de julio de 2021

LANGOSTAS DE AGUA DULCE…

 

El autor muestra un buen ejemplar de "Langosta"


Hasta finales de Noviembre se puede pescar EL CANGREJO SEÑAL Y ROJO en Asturias…

En El Principado existen muchísimos ríos con importantes poblaciones y escaso interés de los aficionados

Una forma distinta de pasar un día de pesca sin caña pero con reteles y mucha amistad por medio

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 

J.L. Méndez

Aún recuerdo aquellos años en los que mi progenitor llegaba a casa con “un cesto de cangrejos”. Qué felices nos poníamos, especialmente, mi madre que repartía con toda la vecindad.

Eran aquellos cangrejos autóctonos que abundaban en todas las aguas de Asturias, desde el arroyo más pequeño al río más importante. Entonces, allá por los años 60, era otra ayuda en la alimentación de los menos pudientes, la mayoría del pueblo, como lo eran todo tipo de peces.

Ahora, aquellos cangrejos han desaparecido y lo único que hay en cualquier arroyo o río es el cangrejo señal y el rojo de las marismas, introducido, el primero, de forma legal, curiosamente y como panacea para repoblar las aguas ya que el cangrejo autóctono había desaparecido y el segundo, de manera ilegal.


Se notaba su falta de éste crustáceo en las aguas por la limpieza que realizaban y es que los cangrejos son los verdaderos “barrenderos” de los ríos.

Curiosamente al desaparecer el cangrejo autóctono, aumentó la conocida enfermedad de la Saprolegnia o Saprolegniosis que afectaba a los salmónidos con una virulencia que, a punto estuvo de terminar con la especie.


Benito Lozano coloca retel

Aquellas truchas muertas con pintas blanquecinas eran devoradas por los cangrejos y así no se notaba la incidencia de la enfermedad. Al desaparecer las poblaciones autóctonas, se intentó aclimatar a un cangrejo americano de porte muy similar, que decían era inmune a la enfermedad que parecía el autóctono. Si, si…

Efectivamente, el cangrejo señal, que se llama así por la señal blanca de sus pinzas, se aclimató rápidamente en todas las aguas de la provincia y provincias de toda España pero, a pesar de ser el que más se aproximaba en tamaño y características al nuestro, era portador de la enfermedad, aunque inmune a ella. O sea, el continuaba viviendo pero, las escasas poblaciones de autóctonos,


desaparecieron para siempre, salvo poblaciones muy vigiladas en reductos que posee la Administración, principalmente en Castilla y León.

Después de algunas temporadas vedadas todas las aguas para la práctica de esta pesca, se volvió a abrir y cerrar con el tema del Real Decreto de Especies Alóctonas, especies introducidas que figuraron en un catálogo especial, con la intención de exterminarlas por su


perjuicio a la fauna autóctona. Llegaron los líos y más líos y al final diversas especies contenidas en aquel catálogo, han vuelto a ser autorizadas. Entre ellas el Cangrejo Rojo y el Señal que pretenden “descastar” algo que está resultando imposible. Según expertos, por tratarse de un hongo que está en el agua el que causa la enfermedad, sólo se podría descastar SECANDO los ríos varios días. Imposible porque sería la destrucción total.


UNA BUENA Y DIVERTIDA JORNADA


Salir a pescar cangrejos es algo más y sobre todo haciéndolo con los amigos caso de Benito Lozano, Beni Sánchez o cuando "llegan los cazurros": J.L. Méndez, Canuria, Cándido, etc.

El comportamiento del cangrejo señal y el rojo o de las marismas es totalmente opuesto al de nuestros cangrejos autóctonos a los que había que pescar al amanecer o al atardecer.


El cangrejo señal, tiene un comportamiento totalmente opuesto, como apuntamos y, cuanto más caliente el día, más activo se muestran. Colocando los reteles en zonas de refugio como raíces, cuevas en las orillas, troncos caídos y pozas, allí los encontraremos para que nuestros reteles se repleten  de capturas.

Salir a pescar cangrejos a cualquiera de nuestros ríos o arroyos, no necesita nada más que unos reteles (Máximo 10 por pescador) y poner cebo a base de carne o pescado. Deben ir con descripción del pescador que deberá estar documentado con la licencia oportuna y situarlos en una demarcación de 100 metros. El número de capturas no tiene

El cebo

límite, al igual que la talla. Sólo se puede pescar los mismos días de la pesca de salmónidos. O sea, LUNES Y JUEVES, NO FESTIVOS, no se pesca en Asturias.

Con esta medida se pretende erradicar o minimizar la población de estos crustáceos en nuestros ríos. Complicada labor.

TRANSPORTE DE LOS CANGREJOS


El transporte de cangrejos vivos está penalizado y esto es lo que más retrae a los pescadores para salir a pescarlos. Quien más, quien menos, apunta que “caparlos” en el propio río es matarlos sí pero, si se tarda en llegar a casa unas horas, pueden ponerse malos, más si hace calor. Un peligro. En Castilla y León, desde hace un par de temporadas han permitido que se transporten vivos por tema sanitario o de salud y, en Asturias, ¿por qué no?


Este tipo de pesca conlleva una jornada de amistad entre amigos. Lo ideal es ser por lo menos cuatro y llevar mesa para poder jugar la partida de cartas, mesa que nos servirá, junto con unas sillas de campo, para disfrutar de una jornada placentera a la sombra y a la orilla del río, donde la comida a base de tortilla, empanada, chorizo y otras viandas, saben a “pura gloria”.

No hay que olvidar la bota de vino o unas botellas de sidra, son imprescindibles, bebiendo siempre con moderación y…¡a disfrutar!

Comiénndolos con los amigos

Disfrutar, también, en casa cuando se preparen en paella, o guisados de diferentes formas. Personalmente, los prefiero con salsa de tomate y pimientos, haciendo una forma de pisto, metiendo un poco de ajo y cebolla, con algo de picante o chorizo picante, me da muy buen resultado y cuando invito a los amigos, todos se “chupan los dedos”, ¿por qué será?

 


jueves, 8 de julio de 2021

En León, un tramo para disfrutar…

 

Sacando un buen ejemplar


CIMANES DEL TEJAR (León), lugar de reunión de “mosqueros”…

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona y J.L. Fidalgo

 



La zona que va desde el final del coto de Villarroquel hasta un kilómetro, aproximadamente, del puente nuevo de Carrizo de la Ribera es de lo más visitado por los pescadores y más desde que se hizo la nueva Ley de Pesca y las aguas del río Órbigo se repoblaron de hermosas truchas como si fuese  “por arte de magia”.

 


No, no, nada de magia. Ha sido la repoblación natural debido al “captura y suelta” o pesca sin muerte y a que, salvo ese tipo de pescadores, ya no se ven los que antes poblaban sus aguas para llevarse las capturas, especialmente al sereno donde había que “sacar número” para poder lanzar las moscas. Ahora, pese a que continúa siendo un lugar favorito para mosqueros, se ven

infinitamente menos pescadores que hace unos años cuando era libre y las truchas pescadas se podían llevar para casa. Ahora, sólo te puedes encontrar pescadores deportivos y, aunque furtivos aún existen, más ahora en verano, con “los palos” de la Administración, afortunadamente, cada vez hay menos aunque haberlos “haylos”.

 


Son algo más o menos unos 8 kilómetros de río, donde los aficionados tienen buenos lugares para el lance.

La mejor zona de pesca se sitúa a la altura de la localidad de Cimanes del Tejar, tanto aguas arriba como por debajo de la playa fluvial. Las condiciones de pesca varían muy poco a los acotados y escenarios deportivos próximos.

 


Otra zona favorita de los mosqueros se sitúa por debajo de la gasolinera existente y aguas abajo hasta casi el puente nuevo en Villanueva de Carrizo, si bien el EDS de Carrizo ha incrementado su longitud aguas arriba desde hace unos años.


Existe entrada cómoda hacia el río aunque, al tratarse de caminos agrícolas, nos podremos encontrar con los problemas clásicos: baches, piedras, polvo o charcos…dependiendo de si es verano o invierno. Lo que sí nos encontraremos son plantaciones de lúpulo junto a la orilla del Órbigo.

 Casi a la altura de la gasolinera, aguas abajo, se van sucediendo las hermosas tabladas idóneas para pescar a seca o a la leonesa. Abundan las corrientes con caídas espléndidas, zonas de aguas más profundas y paradas, entradas y salidas de pozos, raseras…


Es vadeable y cómodo de pescar, especialmente, desde finales de Agosto hasta el término de la temporada.

 Existe vegetación acuícola abundante, donde las truchas se cobijan y protegen del sol. Las  abundantes choperas también dan sombra el pescador de verano.

 



Es una de las zonas a recomendar por la cantidad y calidad de truchas y por lo cómodo de pescar.

Que ustedes disfruten...!!!

lunes, 5 de julio de 2021

RECORDANDO UNA JORNADA EN EL RÍO PURÓN (Asturias)…

 

Trucha del Purón


Río Purón…¡¡¡un paisaje encantado venido a menos para la pesca…!!!

Una maravilla natural, con aguas filtradas del Cares, hasta su “muerte” en el Cantábrico

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 

Ha sido una de mis mayores decepciones en pesca de los últimos años. Esperaba más de un río que cuando lo conocí hace años, me enamoró.


El Río Purón
es un río más que singular porque NACE A BORBOTONES en la falda de la montaña a los pies de la sierra de la Borbolla. Su agua, cristalina como nunca había visto, es tan abundante en tan corto recorrido que parece increíble. Nada más brotar de las peñas se convierte en río y la primera de cambio, pude hasta ver una enorme trucha que tras divisarnos en la orilla se coló por las ranuras de una roca en medio del caudal de agua. Es un paraíso natural digno de ser vito, contado y alabado.

Un poco más debajo de su nacimiento nos encontramos con los restos de lo que fue una piscifactoría y menos mal que está abandonada desde hace un buen montón de años. Acercarse hasta el nacimiento el río Purón no es nada fácil aunque, tampoco muy complicado con un todo terreno.


En mi primera jornada de pesca en el río Purón, casi a los pies de la población del mismo nombre, allá por 2015, quedé enganchado a este río que sirvió de frontera entre las tribus cántabras de los Selenos y Orgonomescos. Río hermoso y difícil de pescar con poco caudal, por la transparencia de sus aguas.

En aquella ocasión, en compañía de “mis dos Benis”, Lozano y Sánchez, pasamos una gran jornada de amistad, no tanto de pesca efectiva pues, las pintonas aunque salieron, fueron pocas y de tamaños pequeños. Eso sí, con unas libreas espléndidas de colorido y belleza.


LLEGÓ EL DÍA

Sólo esperaba tener la “diosa fortuna” conmigo y el sorteo de los cotos de trucha del Principado me deparó un buen número. Con Javier y Aitor, pescadores con muerte, decidí ir a pescar el Purón e Infiesto, con ellos. Después, sin muerte, pude elegir de lo mejorcito: El Condado, Villamayor, Santillán…


Eran tantas las ilusiones de ir al coto del río Purón que, después de haberlo pescado, la desilusión fue total. No lo volveré coger, seguro.

La entrada, por el punto kilométrico 296 de la carretera general a Santander, N-634, es sinuosa, estrecha y complicada para un coche normal. Se trata de una caleya con bajada pronunciada que está semi escondida por el ramaje y como no sepas donde está es complicado encontrarla.


Tras la bajada inicial, transcurre la pista junto al río en un sombrío natural que en pleno verano será una delicia pero, como la semana anterior a pescar estuvo lloviendo con ganas, casi nos atollamos con el coche, a causa de la blandura de la tierra y pradera. Pese a todo, aquello es “acojonantemente” bello, digno de disfrutar.

Vimos el río nada más bajar del coche y se encontraba espléndido.


Con todas las ganas del mundo montamos nuestras cañas y nos enfundamos las botas.

Había prisa, así que mientras yo terminaba, ellos se adelantaron a pescar a ninfa con caña larga, de las que utilizan para “formiga”. Con mi caña nueve pies de seca, que utilizo para ninfa, igualmente, me dirigí sendero abajo hasta encontrarles. El primero, estaba en la entrada de un pozo hermoso. El segundo, un poco más abajo. Ni uno, ni otro, habían tocado nada en sus primeros lances.


Una vez superados, llegué a la zona del puente sobre el río Purón, puente de madera que sirve de paso a los amantes del Camino de Santiago, por la ruta Cantábrica que por lo visto cada año son muchos más. La tabla que está por encima de dicho puente, con unas corrientes preciosas que caen a unas rocas bajo el mismo puente, no me depararon sorpresa alguna, aunque sí muchos “mirones” con caras de satisfacción ante tanta belleza natural.

Eran los caminantes hacia Santiago de Compostela quedaban prendados de lo que veían y nos miraban, también.

Cuando estaba pescando bajo el mismo puente, desde lo alto me observaba Aitor. Viendo que no tocaba pez y me estaca aburriendo de tanto lance a ninfa, decidí subir por la parte contraria por donde había entrado. Al llegar al puente veo un cartel en el que reza: “máximo 20 personas”, así como un letrero de Coto Truchero Purón.


Nos quedamos observando el paisaje, el río y los peregrinos, con quienes charlamos en ocasiones deseándoles buen camino.

Al poco llega Javier y se pone a pescar las mismas corrientes que había pescado yo y de repente, su caña se comienza a doblar con tirones que denotaban una buena pieza. En honor  la verdad, se trataba de un gran pez que le dio un juego increíble, con mucha emoción pues, ni siquiera Aitor, ni yo podíamos saber si se trataba de de un reo o una trucha, porque estaba debajo del mismo puente y no lo veíamos. Poco a poco, Javi consiguió subirlo y orillarlo. El pez era de más de un kilo pero, no era ni trucha, ni reo, era UN MUIL. Lo disfrutó a tope Javi y una vez en la sacadera, lo soltó otra vez al agua.


Al poco rato, y en la misma tabla consiguió su primera trucha y, curiosamente, de piscifactoría. Después, sacó otra y de río con hermosa librea. Eso nos animó a Aitor y a mí que bajamos de nuevo al río, metros por debajo del puente, en unas caídas preciosas pero, en esto, llegó el guarda que muy atento se dispuso a dialogar con los tres, tras pedirnos la documentación.

Por él pudimos saber que nos encontrábamos en el mejor tramo de pesca aunque, tampoco nos dio muchos ánimos. Por él nos enteramos de que el tramo acotado no es muy grande, sobre kilómetro y medio, que va desde el puente del ferrocarril hasta la desembocadura en el mar. Nos contó que hubo, antiguamente, una central eléctrica y dos piscifactorías, la del nacimiento que ya conocía y otra de producción que hay por encima de donde nos encontrábamos, junto a la nacional 634. Había otra más antigua con balsas de tierra, prácticamente, desaparecida en su totalidad.


Mientras pescaba el inicio de la corriente, él pescaba la parte más baja con caída a un pozo. Siento un chapoteo, miro y era Aitor que había trabado un  buen ejemplar. Era una buena trucha que no quiso saber nada de la sacadera una vez conocido el dolor del anzuelo y se quedó para criar.  A mí, otra, me dio un simple tirón que me puso en tensión.


Ahora les puedo contar que bajamos pescando las zonas conocidas como La Espuma, Los Terreros, Prau Largo, La Encina y La Piedra. Estos dos últimos yo solito, porque Aitor se quedó más arriba y, pese a que la marea había bajado y me dejaba, no quise proseguir hasta la parte final, conocida como Los Anguleros y el Bocal, donde dicen que se pueden pescar buenas especies marinas, truchas mariegas y reos, dicen que incluso salmones, aunque eso seguro fue hace un montón de años.


Aburridos de no tocar pez y de vuelta al puente de madera, Javier se encontraba como nosotros, más o menos. 

En definitiva, pésima jornada de pesca en el Coto del río Purón pasando de la alegría en la llegada, a la tristeza y aburrimiento de la partida, por no tocar escama.

Otra vez será, aunque no se, si volveré al Purón a pescar.

 


miércoles, 9 de junio de 2021

Río Cubia (Asturias)…



Coto de Llantrales
, desde Villanueva a Agüera

Un tramo que “enamora”  

Pese a la contaminación, las aguas  tienen abundancia de truchas, aunque de escaso tamaño

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


¡Qué gran sorpresa me he llevado acudiendo a pescar a Llantrales, un coto totalmente desconocido para mí, así como el río Cubia, de corto recorrido, 41 kilómetros hasta que entrega sus aguas al Nalón!

El río Cubia nace en el Picu La Berza, a 1.300 metros de altitud y todo su recorrido lo hace por el concejo de Grado.


Este río me ha sorprendido gratamente por su encanto natural. Una pasada. Tiene aguas bastante claras, aunque con mucho depósito de porquerías en sus piedras y alrededores.

Es un río de buenas corrientes, pozos, tablas de aguas paradas y buenas chorreras para practicar el lance, aunque a seca tiene zonas con muchas dificultades debido a lo cerrado que se encuentra el curso, con zonas de vegetación cerrando el cauce y posando las ramas en el agua.


EL COTO DE LLANTRALES

He pescado el coto  Llantrales hace unos años y muchos me decían que para qué iba. Al final, fui con mi amigo Beni (Benito Perfecto Sánchez), que se fue a pescar  lo libre en la zona de Agüera, mientras yo me quedaba en la zona alta, en el puente que cruza el río hacia Villanueva.




Efectivamente, el río Cubia discurría algo mermado de caudal pero, pescable. Al menos a mí así me lo parecía, recordándome el río Yuso, en León.

Viendo el pozo junto al puente, decidí pescar a ninfa pero sin utilizar la caña de seca, con la de ahogada y poniendo un señalizador. Incluso, tras asomarme al río, decidí bajar unos metros hacia Alcubiella y comenzar a pescar los pozos, aguas arriba. Así llegué pescando hasta


casi el principio de la zona acotada, sobrepasado el núcleo urbano de El Banzao y un poco antes de llegar al puente de Agüera,  aunque quitaba las ninfas y ponía ahogadas.

Me llevé una docena de truchas a la mano, algunas de buen porte para lo que es el río pero, la mayoría, pequeñas. No es que disfrutase a tope pero, esperaba mucho menos. Es más, tuve tirones y pérdidas de algunos ejemplares que más que truchas parecían reos por su forma de tirar al ser pinchados y los saltos que daban para destrabarse pero, no me llevé ninguno a la mano, aunque ellos si se llevaron algunas ninfas y moscas.


UNA MARAVILLA NATURAL

La mayor gozada ha sido comprobar que el río Cubia es una maravilla de la naturaleza, con un entorno que ni me imaginaba. Las aguas ofrecen un encanto único. Es un espacio de paz y sombras. Paz que significa el sonido de la naturaleza con el chasquido de las aguas al discurrir y el sonido de las aves. Y sombras las que se esparcen en todo su recorrido cerrado de vegetación, salvo raras zonas en las que el Cubia queda desprotegido y bañado por los rayos sol.

No estaría mal que se protegiese más todo éste tramo de pesca para que la abundancia de trucha pequeña que tiene consiga llegar a cobrar mayores tamaños para disfrute de los aficionados que se acercan a pescar en sus aguas.


¿Por qué el Principado no protege más este tramo acotado, particularmente y los ríos de toda la autonomía de forma general?

No lo entiendo porque Asturias podría ser una maravilla para la pesca y un reclamo turístico único, con la riqueza que eso supone. Todo indica que lo importante es que se abra la pesca, como ocurre con el salmón, y todo lo que “se menea” en las aguas se pueda llevar para la sartén. Una pena.


El río Cubia
, como muchos otros en Asturias, necesita atención porque está en la UVI y si lo quieren comprobar, se pueden dar una vuelta por la zona que pesqué porque, a la altura de Villanueva, por la margen del núcleo poblacional, hay una tubería que lleva todas las defecaciones al pobre río y nadie lo remedia. 

Ni se enteran o se quieren enterar.