LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona...

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jueves, 11 de septiembre de 2008

COTO DEL SIL














Donde el Burbia y Cúa le dan “mayoría de edad”

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Texto y fotos: Eduardo García Carmona
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Antes de dejar El Bierzo y adentrarse en la provincia de Orense, el río Sil recibe las aguas del Burbia y Cúa por su margen derecha, próximo a Villadecanes, cobrando una “mayoría de edad” que ya nunca dejará hasta su confluencia con el Miño.
El Sil de la zona baja, poco o nada se parece al de la zona alta. ¿ Qué tiene que ver el Sil del puente de Las Palomas, o el que atraviesa la zona de Toreno, con el de la zona baja? Nada. Es curioso. Son ríos distintos, diametralmente opuestos.
En la zona baja este río, aparte de su gran caudal, recibe toda la contaminación de las zonas mineras y los vertidos humanos de poblaciones limítrofes, como Ponferrada. En las zonas de montaña, el Sil es un río limpio, transparente, juguetón, vivo...


EL COTO Y ACCESOS

En esta zona el Sil discurre abierto, por zona de ricas huertas, atravesando una fértil vega. Todo lo contrario que en la montaña que baja encajonado. La abundancia de choperas en las orillas le da un aire parecido al bajo Esla. Abundan los matorrales y maleza en las márgenes, que dificultan la entrada de los pescadores, aunque los senderos y caminos están bien marcados y no existe pérdida.
Existe trucha en abundancia y de buenos tamaños. También bogas y escallos.
La anchura media del cauce se aproxima a los 50 metros en algunas zonas. Al tratarse de un río ancho, la trucha encuentra amplio refugio entre su vegetación acuícola.
El límite superior del coto se encuentra en la confluencia del río Cúa con el Sil, próximo a la localidad de Peón de Abajo. El límite inferior se encuentra en el puente del ferrocarril del pueblo de Requejo(Puente de Momao). Tiene una extensión aproximada de 4 kilómetros. Los fondos son de roca, grava y zonas con tierra y fango.
Para llegar a pescar a este coto, desde León capital, hay que ir hasta Astorga y desde aquí por la A-6 hasta la salida de la N-120 que nos llevará hasta Requejo. También se puede ir hasta Toral de Los Vados y, tras cruzar el pueblo llegar hasta el campo de fútbol y continuar por el camino de tierra que discurre al lado del río, atravesando unas choperas, antes de llegar la zona de la isla. Por esta orilla se pesca muy bien las hermosas tablas que se forman por encima de la isla.
La distancia, aproximada desde la capital, es de unos 130 kilómetros.


MEJORES ZONAS DE PESCA

Al tratarse de un río con abundante vegetación acuícola y de orilla, las truchas se refugian entre las ocas del agua y las sombras de las orillas, especialmente en verano, no así en el inicio de la temporada que se apoderan de las caídas, corrientes, así como entradas y salidas de los pozos para procurarse el alimento.
El tramo que va desde el inicio del tramo acotado hasta la isla que se forma al bifurcarse el río, próximo a la ermita de Santa Bárbara, con la N-120 y la vía de ferrocarril presente, por la orilla derecha, posee unas tablas hermosas, con abundantes zonas profundas, especialmente en la orilla del ferrocarril, que tienen muchas y buenas truchas. En esta zona, pescar a mosca seca es una delicia. El mosquito ahogado da también buenos resultados.
Los brazos de río que se forman al bordear la isla hacen que la pesca sea totalmente diferente en esta zona, especialmente, cuando Sil baja con abundante caudal pues, al dividirse el mismo, se pueden practicar artes, como la mosca seca en invierno, que a curso ancho y caudal alto se hace complicado.
Otra zona buena de pesca se encuentra unos 300 meros por encima de la curvona que forma el Sil, antes de llegar a Valina. La tabla por encima de la curva es muy buena y la caída que se forma en el recodo, hasta llegar al puente de esta localidad, otro lugar preferente de pesca del coto.
Por último, el tramo final, antes de llegar al puente de Momao, donde vierte sus aguas el río Selmo, que baja desde Cabeza de Campo hacia Sobrado, es otra de las zonas favoritas de pesca, por la orilla izquierda, dirección Norte-Sur, ya que la orilla contraria, junto a la carretera y la vía del tren es, prácticamente, inaccesible. Aquí la mosca seca en superficie y orillada, donde existe abundante vegetación acuícola, da muy buenos resultados. La ninfa depara sorpresas muy gratas.
Aquí, pescar a mosquito ahogado, o pesca a la leonesa, también, es muy conveniente, pues el agua baja muy vivo por la zona central del curso, además, es la mejor manera de pescar la orilla contraria, de difícil acceso.

jueves, 4 de septiembre de 2008

VEGAQUEMADA...






Un coto de categoría

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Texto y fotos: Eduardo García Carmona.
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Una vez pasado Lugán y coronado un pequeño repecho con dirección a Boñar, la mirada del automovilista se gira a la derecha para ver el río Porma a su paso por Vegaquemada, y es que una vez sorteada la dificultad montañosa, llega una extensa planicie con hermosos prados, choperas y tierras de labor.

Sobresaliendo, en el horizonte, se encuentra la iglesia de la localidad que da nombre al coto, con una torre esbelta y bella mandada construir por uno de los hijos del pueblo que hizo fortuna en el exilio, en tierras de Hispanoamérica.



Vegaquemada es un pueblo acogedor y variopinto. Tiene un buen trazado urbanístico, donde sobresalen las grandes mansiones y casonas, junto a las típicas casas de siempre.
Vegaquemada es visitada en la época estival, por multitud de veraneantes llegados de todas partes, pero especialmente de Asturias y Madrid.
Es de lo más típico encontrarse al morador de estos lares con el semblante bonachón, la boina calada y el cigarrillo en la boca, sin olvidarnos de la vara para arrear las reses, mientras la juventud, especialmente en verano, pasea en bicicleta en pantalones cortos o traje de baño. El moreno de la piscina, las camisetas de colores y la vestimenta de los turistas, contrasta con la indumentaria tosca de la montaña leonesa, dando aire de "ciudad" a un pueblo que en invierno parece otro distinto.



A las afueras de Vegaquemada, dirección La Ercina, atraviesa el río Porma otras tierras saludando con el frescor de sus aguas a los bañistas de la piscina Municipal y camping, ya que el antiguo campamento juvenil está cerrado.


En Vegaquemada se dan cita buena parte de los pescadores que eligen este coto. Un coto de categoría. Otros, se acercan a Palazuelo de Boñar, al comienzo, a la altura del puente que va a La Mata.
Hace unos años, este coto, fue la revelación de la temporada truchera. Ahora se puede decir que es una gran realidad este tramo acotado.

El río Porma, controlado por pantano, no cabe duda que ayude mucho, a que tenga buena trucha en sus aguas. Por otra parte, al ser controlado, en la época estival, continúa bajando con buen nivel de caudal, que hace imposible el furtiveo, por lo que la recuperación truchera se nota cada temporada más.

LÍMITES Y MEJORES ZONAS DE PESCA

Es fácil elegir zona de pesca en este tramo acotado que tiene una longitud de 6,5 kilómetros. Es fácil, porque la mayoría es buena para pescar.



El límite superior del coto, se encuentra en el puente de La Mata de la Riba. El límite inferior, está situado en el kilómetro 31 de la carretera de Puente Villarente a Boñar, en el salto de agua existente en la zona de Lugán.
La zona baja de este tramo, hace unos años, ofrecía grandes tabladas para pescar, ahora con la construcción de la presa de la traída de aguas a León, no se puede pescar. A poco más de un kilómetro de esta presa se encuentra el puente de Vegaquemada.
Las buenas zonas de pesca se suceden hasta llegar a la tablona frente al Campamento, lugar más frecuentado de todo el coto, tanto por aficionados como por visitantes y veraneantes, que se agrupan en la amplia pradera existente. Esta gran tablada tiene buena trucha, aunque es más difícil de sacar, a causa de la gran "romería" de gentes que pasean por la orilla. Es una tabla excelente para pescar a cualquier arte, aunque nuestra recomendación es la mosca seca. Pasado el puente, las buenas zonas de pesca continúan.

Después, el pozo del "árbol", con mucha profundidad y trucha grande. Tanto la entrada como la salida, es muy buena. En esta zona, es bueno consultar las Normas de Pesca, ya que hoy es tramo vedado, y mañana puede cambiar. Más arriba, nos encontramos con buenas tablonas para pescar, con aguas “vivas" y donde gran parte de los aficionados consiguen parte de las mejores capturas.
Llegados al coto, el pescador ya tiene una buena sombra para cobijarse y refrescarse en una fuente que va a caer al río después de hacer reguero bajo la chopera. Unos metros más arriba, el Porma se rompe en dos brazos. Por el lado derecho, y ya próximos a Palazuelo de Boñar, el Porma recibe las aguas del arroyo de La Losilla y San Adrián. A continuación, la gran tablona del tramo acotado, "la tabla del guarda".


Es famosa esta zona por la anchura que tiene el río y lo cómodo de pescar. Es buenísima para los especialistas de mosca seca, por la abundancia de "ocas". Los pasillos, entre estas, son buenísimos para posar la mosca con efectividad. Al atardecer y al sereno, esta tablona es de lo mejorcito del coto, sobre todo la orilla de la derecha que se encuentra repleta de maleza e imposible de pasar, que sólo se puede pescar aguas arriba metidos por la misma orilla con el vadeador. Ojo, con las zonas fangosas y de arenas.

Pasado Palazuelo el río se vuelve a romper en dos brazos, y en ambos, se suceden los rincones, caídas y tablas para pescar cómodamente, en unos y con mucha dificultad, en otros. A las zonas despejadas suceden las cerradas con mucha vegetación. La zona más alta del coto, la del puente de La Mata de la Riba, es otra donde el Porma ofrece oportunidades múltiples al pescador, y donde la trucha tiene muy buenos cobijos.




Los ejemplares capturados aquí son de muy buena calidad y peso. Es increíble la cantidad de oportunidades que ofrece este coto de Vegaquemada al pescador. Prácticamente los 6,5 kilómetros son aprovechables para el lance.
La anchura media del cauce es de unos 30 metros.

Rioseco...






Tiempos pasados fueron mejores, pero ha vuelto a florecer.

------------------------------------------Texto y fotos: Eduardo García Carmona.
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No hace muchos años acercarse hasta Rioseco de Tapia, era entrar en uno de los mejores cotos trucheros de León. Las truchas de Rioseco tienen la peculiaridad de que son de buen tamaño y muy vistosas. Sus pintas mostraban la belleza natural de nuestra singular trucha común. El río Luna antes de unirse al Omaña para formar, en Secarejo, el río Orbigo, da sus últimos coletazos en este tramo acotado. Ya no es el Luna de la montaña de Babia, ni siquiera el Luna aguas abajo de Barrios del mismo nombre.
El Luna, aquí, tiene una singularidad muy especial. Dos embalses hacen que el mismo se transforme en algo totalmente distinto. No es río de montaña, ni de llano, por estos lares. Sus aguas, no demasiado caudalosas en invierno, tienen luz propia, reflejándose en las mismas el verdor de los muchos prados que atraviesa, los arbustos de la montaña baja, o las choperas que le acompañan en la orilla. El poco caudal deja ver al pescador las piedras de su lecho y el verdor de las ocas.
El curso del río, en este tramo, se rompe en mil pedazos, creando infinidad de brazos e islas. Cuando sus aguas se vuelven a unir, el río baja más poderoso, pero es precisamente en los brazos creados, donde el pescador se recrea pescando con habilidad y tiento, como si en un río de montaña estuviese.
La trucha tiene grandes defensas entre las piedras del fondo, los raizones, ocas y cuevas. Así siempre la trucha de Rioseco tuvo esa cualidad de ser fuerte, bella y admirada por el pescador. Esa trucha todavía existe en Rioseco, pero lamentablemente ha disminuido su población notablemente. Son escasos aquellos hermosos ejemplares que se pescaban hace unos años.

LA ENFERMEDAD Y SU REGENERACIÓN

Casi sin darse cuenta nadie llegó la enfermedad de la Saprolegnia y echó por tierra las esperanzas de muchos pescadores. La virulencia de la enfermedad fue tal a finales de los 80, que pocos podrían pensar que después de cuatro años, el coto se podía recuperar como lo hizo, gracias a las repoblaciones.





Cuando todo indicaba que la mala racha había pasado y que Rioseco volvía por sus fueros, llegó la extraña unificación de dos buenos tramos acotados: Villarroquel y Rioseco, para formar el coto del mes, un evento que por suerte duró poco. Había días, que pescar en el antiguo coto Rioseco-Villarroquel era peor que salir a lo libre. La Administración se dio cuenta y rectificó algo que en lugar de solucionar, complicó sobremanera las jornadas de pesca en aquél coto “monstruo”.
Rioseco tardó varios años en recuperarse de aquella presión pesquera y el furtivismo. Otro tanto le ocurrió a Villarroquel. La sequía de los primeros años de los 90, tampoco ayudó a que se recuperasen los cotos.

En la actualidad, hay que vigilar más los vertidos ya que las aguas residuales de los pueblos, sin depuradoras, van a parar donde siempre, así como las aguas utilizadas para el riego las cuales, una vez cumplida su misión, vuelven al cauce normal del río, pero ya plagadas de insecticidas, herbicidas, abonos, etc. que lo único que están haciendo es terminar con nuestra trucha.
Cuando las ocas comienzan a florecer se cubre el cauce de un manto blanco y amarillo, que hace casi imposible la pesca, pero que sirve de refugio a las pintonas que, parece han vuelto a “florecer” como las ocas en primavera.
Rioseco ha vuelto a ser un coto de categoría, pese a los altibajos que sufre constantemente y es uno de los cotos favoritos de los mosqueros de todo el uno. En sus aguas no es difícil encontrarse a franceses, portugueses o italianos. Por algo eligen este tramo para practicar la pesca a moca seca, ¿no?

MEJORES ZONAS DE PESCA Y ACCESOS

La parte superior del acotado, aguas debajo de embalse de Selgas, tiene unas tablas hermosas donde practicar el lance para, una vez llegados al puente de Tapia de la Ribera a Selga de Ordás, encontrar un lugar paradisíaco, muy cerrado por la vegetación de orilla y que nos deparará muchas sorpresas agradables. Es difícil de andar, pero muy bueno para la pesca. El río, a continuación se abre presentando tablas hermosas par el lance, con total comodidad. Es más, se puede cruzar a la otra orilla, gracias a una rasera muy ancha que lo permite. Después, las tablas se suceden. Unas veces son de aguas rápidas, otras se acomodan y se duermen, pero odas ellas poseen abundante vegetación acuícola.
Después de unos 800 metros, llegamos a una de las mejores zonas del acotado. El río se topa con una inmensa pradería que sirve de cobijo para los pescadores y sus familias. Es la zona done más coches nos encontraremos y se encuentra un poco por debajo de Tapia de la Ribera. Frente a la pradera el río ofrece una hermosa tabla, después una buena rasera en caída hacia otra tabla, otra rasera y así hasta llegar a una curva donde el Luna choca con una roca y forma un pozo precioso donde las sorpresas son abundantes.
El río se vuelve a cerrar a causa de la vegetación de orilla, pero no por ello no podemos pesar con garantías. Tabla tras tabla. Rincón tras ricón. Rasera tras rasera, hasta que legamos a Rioseco de Tapia, otra buna zona de pesca, o al menos de las más visitadas. Las mejores zonas están casi frente al pueblo. Otros eligen lo más bajo del coto, hasta llegar al puente de Santibáñez de Ordás.
Todo el acotado es bueno, sólo hay que tener suerte con el día, el caudal y que las pintonas quieran entrar pero el paraje es ideal.







El límite superior está en la misma cabecera del embalse de Selgas, siendo el límite inferior el Puente de Santibánez, que va hasta Santa María de Ordás. La longitud del coto de Rioseco es aproximadamente de 4,5 kilómetros. Siendo la distancia desde León de unos 40 kms.
Las vías de comunicación son muy buenas. Desde León, se pueden acercar los pescadores por dos caminos. Por un lado, desde León por la carretera de Caboalles hasta Camposagrado, para allí coger la desviación en Villadangos del Páramo. Al llegar a Villanueva de Carrizo se coge la carretera de Cimanes del Tejar que va hasta La Magdalena. Si se quieren ahorrar unos kilómetros, también se puede ir por la carretera de San Andrés del Rabanedo hasta Villanueva de Carrizo.